Casa de muñecas

Casa de muñecas

Ficha

  • Datos de funciones:

    Información sobre funciones, en la cartelera

  • Prensa:

    Duche&Zárate

 

En la búsqueda de la igualdad

Nora y Torvaldo Helmer tienen un matrimonio feliz. Llevan 8 años de casados y tienen tres hijos. Él está a punto de asumir el cargo de director en el banco donde trabaja. Nora se dedica a su hogar, a la crianza de los pequeños y tiene como debilidad hacer compras casi compulsivamente. Constituyen una familia bien acomodada y prestigiosa de la comunidad a la que pertenecen. Su casa es sede de eventos sociales a los que acuden importantes miembros del lugar. Tienen un gran amigo que los frecuenta seguido; es el querido Dr. Rank. Viven una vida aparentemente idílica en una hermosa casa supervisada por Nora y a cargo de Elena, la criada y niñera. Todo se muestra en perfecta armonía. Es víspera de noche buena y los Helmer recibirán dos visitas que sacudirán la apacible estancia de los mencionados. Ellos son Cristina Linde _amiga de la infancia de Nora_, y Nils Krogstad _empleado con pasado oscuro, subordinado de Torvaldo_. A partir de entonces, la tranquilidad del hogar desaparecerá inevitablemente para dar paso a un presente de revelaciones inesperadas que cambiará el curso de sus vidas para siempre.

En 1879 el dramaturgo noruego Henrik Ibsen, con una visión absolutamente de avanzada para su tiempo, escribió “Casa de muñecas”, donde los personajes se mostraban más humanos y vulnerables de lo que se estilaba ver entonces, y sobre todo ponía el foco en el rol de la mujer en medio de una sociedad opresora, moralista y conservadora. Ibsen la visibilizó, le dió entidad y le otorgó poder para revelarse ante el hombre que le quitaba su identidad y que la sometía e sus gustos, cosificándola, haciéndola un objeto más de su inventario. Lizardo Laphitz, director de esta puesta, toma este estandarte y a través de su visión de este clásico universal, resalta la lucha de género que se lleva a cabo bajo el techo de los Helmer, desde la óptica de nuestros tiempos, donde gracias a la batalla continua y permanente de las mujeres desde los distintos estratos de poder, se han alcanzado muchos logros inimaginables en la época en la cual fue escrita esta pieza. Laphitz también se encarga de poner de manifiesto los conflictos –y las debilidades- que atraviesan a cada uno de los personajes, cubriéndolos de diferentes matices. El elenco, compuesto por intérpretes que llevan adelante dicha tarea de manera homogénea y dinámica, está compuesto por Gabriela Puig (Nora), Santi Vicchi (Torvaldo), Agustina Sáenz (Cristina Linde), Alejandro Holm (Krogstad), Luciana Lamota (Elena, la criada) y Richard Courbrant (Dr. Rank). La puesta se centra en el living/sala de estar de la familia, cuyo decorado de época resalta por sus colores crudos y pálidos, al igual que el vestuario de los personajes, ambos a cargo de Paula Picciani. Dicha conjunción cromática produce un efecto visual como si la escena toda –incluyendo a los personajes- estuvieran cubiertos por una suerte de velo. Quizás el velo que se descubre con el devenir de los acontecimientos de esta familia. La suave iluminación de Max Pastorelli, sin destellos ni estridencias, contribuyen a este efecto. Los cambios de escena y el paso del tiempo, por otra parte, también son resueltos a través de la luz.

“Casa de muñecas”, como todo clásico, nunca muere. Esta obra particularmente permanece más que viva y vigente en nuestros días. Escuchar sus diálogos, los conflictos de los personajes, sentir el latir de sus luchas internas en una sociedad cerrada a la mujer como sujeto independiente y a la par del hombre, es una muestra de lo actual de su esencia. Una nota aparte es la actitud del público, espectadores especialmente activos como pocas veces sucede: es muy interesante observar y escuchar sus reacciones frente a las distintas situaciones que se generan en la escena, manifestando su resistencia a voz alzada frente a la opresión del hombre hacia la mujer. Señal de que afortunadamente, de 1879 a la actualidad, los años no pasaron en vano en lo que respecta a la conquista de derechos igualitarios, aunque queda un largo camino por recorrer.

Ficha:

Dirección: Lizardo Laphitz

Actúan: Gabriela Puig, Santi Vicchi, Agustina Sáenz, Alejandro Holm, Luciana Lamota y Richard Courbrant

Categorías: Reseñas

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