En el cuerpo atormentado de sus fantasmas

El sonido de las cadenas y puertas que se cierran, nos anticipan la aproximación de la reina Juana de Castilla, conocida célebremente como “Juana La loca”. En el centro del escenario, una silla representa su trono y las telarañas del tiempo o quizás los recuerdos que rodean a la reina. El humo y la música barroca nos sumerge en una atmosfera que nos remonta a los tiempos del reinado de Castilla y Aragón.

Juana de Castilla, hija de Isabel La Católica y Fernando de Aragón. Casada con Felipe, “el hermoso”, se enamoró hasta la locura de un hombre mujeriego desinteresado por el amor de su esposa.

Ante el engaño de Felipe con otra mujer, Juana se quiebra emocionalmente, pide el asilo de sus brazos, pero solo encuentra la negativa de un esposo infiel.

La muerte prematura de Felipe, su padre y su hijo, la llevaron a la reclusión por más de 40 años en el castillo de Tordesillas donde repasa su vida dialogando con todos sus fantasmas del pasado.

Freud expresaba en la famosa formula psicoanalítica: “yo soy otro” pero ¿qué sucede cuando ese “yo” pierde su centro para convertirse en otros? Peor aún, si esos otros son los causantes del dolor que sufre Juana donde repite incesantemente “se me pasa el tiempo, se me pasa el tiempo”.

El trabajo de iluminación, vestuario y maquillaje conforman una labor impecable para dar vida al universo y los diversos estados de Juana. La pasión de la carne, el desconcierto de la pérdida de su esposo, encuentran su ambientación a través de un cuidado juego de luces. Incluso, por momentos tiende a ser la luz de un dios ausente donde Juana va a criticar los mandatos sociales, la falta de respuesta de Dios y la necesidad de expresar su deseo sexual en libertad.

La excelente y recomendada obra de Pepe Cibrián encuentra su identidad en un cuerpo textual lorquiano.

La obra es un unipersonal pero el trabajo actoral de Nicolás Pérez Costa como “Juana La Loca” nos desplaza de las estructuras y nos conmueve representando de manera fantástica, un cuerpo múltiple, un crisol de personajes donde podemos apreciar todos los fantasmas privilegiados de Juana en el encierro, el amor y el dolor del engaño.

Al fin y al cabo, todos, todas podemos ser Juana.

Ficha:

Dirección Pepe Cibrian Campoy

Con Nicolás Pérez Costa