“The sky is red, I don’t understand”

Una escritora-periodista amante del terror usa noticias como disparadores para cuentos. Le dice horror, porque no hay elementos fantásticos. En la realidad el horror es habitual, como por ejemplo la historia de Wanda Tadei, o las 129 mujeres murieron en la Cotton Textile Factory, y aún más atrás la inquisición. Muchos hombres llamaron a la policía luego del fósforo y dijeron que sus novias se quemaron solas, que lo hicieron ellas mismas.

Mariana Enríquez escribió “Las cosas que perdimos en el fuego” el último relato de ese libro es el que le da título, y se trata de una nueva generación de mujeres que decide quemarse ellas mismas para inaugurar un estándar de belleza. Incluye clínicas clandestinas que las reciben con la carne despegándose de los huesos, y una red de sororidad para que sean cada vez más las chicas que suben a las hogueras para salir por Youtube. El cuento es impactante, cínico e incómodo, perfecto para ser recordado.

El director Jorge Thefs lo eligió y trasformó en una performance que amplifica su significado y lo lleva a otro nivel. Una denuncia explicita que nada tiene que ver con brujas,  y que merece la atención del espectador y su interacción con la obra. El espacio cargado de emocionalidad, termina en los ojos y sonrisa Thefs que ilumina más que el fuego.

Seis mujeres en escena, que brindan con kerosene, que cuentan con fósforos prendidos, que juegan, que no entienden como  pudiendo amar con la magnitud en que lo hacen, tengan que inmolarse. Algunas sobreviven, como la chica sexy del subte, una diosa con el tajo en la cara y un mechón de pelo largo en la nuca, que saluda con un beso y pide para pagar la pensión.

Durante la obra el espectador sigue a las seis actrices, que narran por separado y también de manera coral historias de mujeres ardientes, quemadas, hogueras parlantes que deciden salvar el fuego con la esperanza de que visibilizándose, paren de matarlas. Admirable trabajo en equipo.

Todas muestran signos y símbolos de tragedias, en su vestuario en sus gestos y su énfasis narrativo. Algunas con ilusión, otras con ira. Se destaca la actuación de Magui Downes.

El recorrido comienza en el patio, hay escaleras, luz natural y la familiaridad de cualquier casa, hasta que lo familiar deja de serlo. La intervención de sonido redobla en las gargantas de los oyentes y anuda, es una patada imposible de esquivar que obliga a alzar sus voces y unirse en la adaptación  de un cuento de ficción que arde de realidad.

 

Ficha:

Dirección: Jorge

Con: Magui Downes, Victoria Duarte, Gabi Moura, Sol Rieznik Aguiar, Jazmín Siñeriz, Myriam Ramírez, Daira Escalera y  Juliana Ortiz