Incomunicados

Microescena es un espectáculo, que incluye tres obras cortas, las cuales presentan un denominador común: los problemas de comunicación, vistos en diferentes situaciones.

Las tres historias demuestran que las relaciones tienen complicaciones inherentes al ser humano, en tono de humor.

La primera historia, habla de dos hermanas. En este caso prevalecen dos tipos de lenguaje muy distintos: uno anticuado y formal, otro más actual y con términos “en criollo”; también entran en juego la ironía y el sarcasmo como métodos de agresión o justificación.

Una de las mujeres (Valentina Melgar), viste un largo vestido blanco de casamiento, aún meses después de la boda, en contraste con su hermana Pía (Martina Ventura) quién es más “casual”, e incluso es “acusada” de lesbiana, aunque no se lo diga con esas palabras; un personaje, por momentos que le habla al público, de forma histriónica y divertida.

No es menor el dato del vestido, ya que es un estilo naif y romántico. La novia queda abstraída del mundo del matrimonio ideal, siguiendo los mandamientos y condiciones impuestas por convenciones matrimoniales tradicionales.

El conflicto se desata cuando la hermana le cuestiona su comportamiento acerca de su rol de esposa en la actualidad, y la confronta con la realidad de los sucesos vividos durante la boda, que hacen dudar de la reputación del flamante marido, quien según la hermana de la novia, no está a la altura para cumplir esas expectativas que la novia espera de él.

Vestir el vestido de novia puede simbolizar el hecho de quedar anclada a la ilusión y nostalgia que se presenta en esa etapa previa a la celebración del casamiento.

Por otro lado, dos vecinos en un juego de roles muy interesantes en medio de los chusmeríos de pasillo. Cada uno sentado en su sillita, con sus teléfonos celulares pegados al oído en todo momento. Con una gran actuación de Valentina Randolini en el rol de Mili y su compañero Ignacio Siciliano, quién se pone en la piel de Nachito, su vecino.

Para ellos, matar el tiempo hablando por celular es algo habitual cuando esta vecina se pierde alguna situación cotidiana. En este caso, trata de averiguar a toda costa qué es lo que ocasiona los ruidos en uno de los departamentos, para lo cual recurre a Nacho, quien una vez más, y muy amablemente, escucha todas las ideas desopilantes que se le ocurren a Mili. Luego, el desenlace logra resolver el misterio del motivo de los ruidos, ocasionando asombro y diversos sentimientos que interpelan a Mili, haciendo que se cuestione si conviene saber todo lo que realmente pasa en su edificio.

Para finalizar, un grupo de amigos donde se debate qué es “ser progre” u “open mind” en torno a temas como la sexualidad, con un humor justo y atinado, sin golpes bajos.

Con tres sólidas actuaciones por parte de Fran Hermo, Gian Battistoni y Joan Lescano, sobre todo con movimientos corporales desopilantes. Este tramo cuenta con el rompimiento de la cuarta pared y la apelación el público, además hay fragmentos musicales y coreografías. También se destaca un juego de luces muy bien logrado, por parte del director Hernán Luna.

La historia hace un recorrido acerca de lo que se considera ser homosexual hoy en día, los estereotipos construidos y lo que la sociedad cree que es ser gay en estos días. El contraste entre lo que las personas ven y piensan, y lo que realmente viven los personajes, desatando el conflicto de como ellos viven su homosexualidad, y las diferencias que surgen entre ellos, como si se pudiera ser más o menos gay, y hasta donde pueden llegar los preconceptos y estereotipos.

Las tres historias de Microescena están ambientadas en el mismo escenario, utilizando elementos y recursos distintos para teletransportar al espectador al lugar donde transcurren los hechos. Cada personaje tiene bien claro lo que quiere, y está en continua interacción con su contraparte desafiándose constantemente para lograr su objetivo en escena. Luces y elementos ayudan a recrear cada ambientación elevando cada escena.

Microescena es, en síntesis, la conjunción de tres historias que a través del humor invitan al espectador a reírse pero también a pensar en cómo la comunicación (en el amplio sentido de la palabra) fue, es y será una herramienta tan poderosa y a la vez peligrosa para el ser humano.

 

Ficha:

Actores: Valentina Melgar, Valentina Randolini, Fran Hermo, Martina Ventura, Joan Lescano, Gian

Battistoni, Ignacio Siciliano.

Director: Hernán Luna

Asistente de dirección: Paula Palmetta