Locas mentiras

Marcos es un psicólogo algo extraño. Irina una paciente con secretos, juntos inician la sesión que los volverá locos.

El analista agasaja por demás a su paciente, generando situaciones incómodas e inexplicables.

Marcos espera a Irina para empezar la sesión, mientras ultima detalles como ordenar, arreglarse y practicar algunas frases leídas de sobrecitos de azúcar para sonar interesante. Él quiere que todo esté perfecto. Golpean la puerta, ella se encuentra del otro lado y a él se le ilumina la cara.

Con alfombra tipo persa, sillón y diván, velador de luz tenue la cual permite escribir sin encandilar. Enmarcando la obra en un contexto de verosimilitud.

El analista interpretado por Guido Pennelli es un hombre con gustos esnobistas que pretende gustarle de algún modo a Irina, sin importar que esta sea su paciente. Los atributos del personaje muy bien llevados por el actor hacen que por su naturaleza y sus intenciones, se generen situaciones graciosas fuera de lo común, sin perder la perspectiva de verosimilitud a la que apunta el director. En cambio el personaje de Mora Fisz (Irina) tiene una forma de ser natural, ella no intenta coquetear, pero si está escondiendo algo que a medida que avanza la obra más difícil se le hace sostener. Transmitiendo muy bien en la manera de hablar y la de moverse el nerviosismo de una mentira que se cae.

La sesión inicia con traspiés, tanto del analista como de la paciente. Generando situaciones incómodas para ellos pero para el público muy cómicas. A los tumbos van avanzando la sesión revelando sus verdaderas intenciones, que nada tenían que ver con arreglar problemas sentimentales.

“Irina en terapia” es una comedia, con ritmo acelerado y chistes ocurrentes, en la que a medida que avanza la trama sus personajes toman un rumbo muy distinto al que iniciaron.

Ficha:

Director : Ezequiel Tronconi
Actúan: Mora Fisz y Guido Pinelli

Género: Comedia