Tiempo de despertar

Un grupo de ocho intérpretes se mueve dentro de un espacio limitado, marcado por la tensión de esos cuerpos en relación a una realidad que los sobrepasa. Cada gesto, movimiento, emoción y palabra se refleja en su manera de accionar. Un colectivo que le pone cuerpo a la historia, en un escenario donde todo parece volver a comenzar, una y otra vez.

Estado Constante es una obra de teatro físico que se presenta como una experiencia multisensorial, visceral y política, donde el cuerpo se convierte en territorio de exploración, de lo simple a lo complejo, de lo sutil a lo grotesco, de adentro hacia afuera y viceversa también. Una pieza que se sostiene en la acumulación de capas de sentido, en la transformación tácita de sus intérpretes y, particularmente, en una dramaturgia que se imprime en los márgenes, habitando la inminencia de un posible desborde.

En este sistema, donde la violencia se manifiesta a través de la opresión y el quiebre de la libertad, los cuerpos aparecen atravesados y representados por la violencia. Partiendo de esta base, la dirección escénica y actoral, a cargo de María Fernanda Provenzano, propone un recorrido no lineal y juega con la disponibilidad corporal de los intérpretes, habitando los extremos sin perder la matriz narrativa de la obra, ni la sensibilidad y emoción de cada momento. La repetición y la acumulación generan una tensión que dialoga tácitamente con lo intelectual, planteando interrogantes sobre el propio ser humano, sus características y su capacidad para reflexionar y accionar.

La obra construye una dramaturgia del loop, donde todo se repite y todo vuelve a cero, como reflejo de una crisis que se instala como nuevo estado constante. En escena, los intérpretes ponen el cuerpo a la idea, a la experiencia y a la realidad, exponiendo a gritos los devenires de la violencia en una ciudad que reprime, anestesia y silencia. La puesta en escena refuerza este recorrido físico: un espacio cubierto de plástico de punta a punta, apenas habitado por un sillón, una tarima y dos micrófonos. Una escenografía minimalista pero contundente, directa al grano, que funciona como marco narrativo más que como un simple decorado.

En cuanto al vestuario, se destaca la incorporación de máscaras como elemento central: representación del opresor y del oprimido a la vez, dispositivo de ocultamiento y develamiento que expone la experiencia escénica. La iluminación construye un clima que bordea lo distópico sin alejarse demasiado de nuestra realidad. El diseño sonoro a cargo de Jimena Roig, eje vital de la obra, aporta organicidad al caos: la musicalización en vivo que articula lo electrónico con lo corpóreo de la puesta, genera una composición precisa y armónica que unifica la totalidad de la experiencia. El trabajo físico se presenta como una tensión permanente entre lo instintivo y lo racional, entre lo visceral y lo pragmático.

Estado Constante es una propuesta sólida, donde cada elemento dialoga en coherencia con la intensidad física y emocional de la obra. Lo humano y lo animal se superponen; lo colectivo y lo individual, íntimo y efímero a la vez, se mezclan en un territorio ambiguo que interpela. La obra no busca respuestas, sino que instala preguntas hacia el espectador sobre la piel que habitamos, la violencia que ejercemos y el porvenir que nos espera. Una pieza que, desde el extremo, encuentra su sostén narrativo, dramático y emocional.

Ficha

Una obra de María Fernanda Provenzano

Libro: María Fernanda Provenzano

Música original y DJ: Jimena Roig

Actúan: Victoria Casserly, Bianca Di Pasquale, Agustín García, Emiliano Kenyoumdjian, Bernardita Orengo, Camila Rimoldi, Lucas Ivan Romero, Federico Sorrentino

Actores reemplazo: Martin Barbieri, Uma Puleio

Escenografía: PHEPANDÚ

Diseño de vestuario: La Costurera Teatro

Diseño de arte: PHEPANDÚ

Diseño de luces: María Fernanda Provenzano

Diseño sonoro: Jimena Roig

Diseño visual: Adriana Rizoli

Realización de vestuario: La Costurera Teatro

Edición de video: Coral Loffreda

Música original: Jimena Roig

Filmación: Coral Loffreda

Diseño gráfico: Marian Morelli

Asistencia de dirección: Milagros Craparo

Producción: PHEPANDÚ

Prensa: Pablito Lancone

Coreografía: María Fernanda Provenzano

Puesta en escena: María Fernanda Provenzano

Dirección musical: Jimena Roig

Dirección de actores: María Fernanda Provenzano

Dirección de movimiento y coreografía: María Fernanda Provenzano

Dirección general: María Fernanda Provenzano