Pensar lleva tiempo

El comienzo es provocador, al entrar a la sala  los actores ya están en el escenario deambulando: gritan, se chocan, irrumpen sin temor y con la seguridad de estar en su casa y con permiso y con mucho cuidado el público se acomoda con las expectativas inmensas como intactas.

Así es el comienzo de El misterio de dar  tiene como personaje a una mujer viuda y de avanzada edad que dialoga con sus pensamientos sobre patrones de conductas heredados, los miedos, el amor y por supuesto con el concepto de dar o darse a otros.

El conflicto interno de esta longeva señora es el motor que la lleva a brindar/se a unos homeless que encuentra por la calle y así cuestionar lo aprendido y realizado durante toda su vida. En el monólogo imagina charlas con su marido muerto y trae al presente experiencias amargas y frustradas del pasado.

Fiel al estilo de la escritora que por cierto es Grisleda Gambaro, el texto plantea cuestiones morales inherentes al ser humano sujeto a la sociedad.

El texto tiene una enorme fuerza reflexiva y sin dudas la obra sería mucho más rica, si se sumaran más matices a la interpretación, ya que por momentos, se pierden algunas posibilidades expresivas que sumarían mucho.

La escenografía al igual que la vestimenta va acorde con el personaje: una anciana que lejos de la modernidad se aferra a lo vintage.

La puesta en escena es un vaivén entre las imágenes que la Sra.Schneider crea con sus palabras y que en ciertas escenas cobran vida con personajes que lo representan a su lado. Casi como estatuas vivientes traductores de pensamientos.

Pensar lleva tiempo, y hablarlo también aunque sea en soledad. El misterio de dar es uno de los tesoros escritos por Gabaro que una vez más resuena en un escenario porteño.

 

Ficha

 

Actúan: Eduardo Caballero, Mirtha Cecilia Brosio, Teresa Gutiérrez, Claudio Jeandet, Leandro Pérez, Elizabet Salazar, Tomas Siciliano.

Dirección: Eduardo Caballero

Género: drama