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Un escenario donde dos mujeres alienadas con la tecnología reciben órdenes desde una pantalla. Estas órdenes se traducen en una suerte de pruebas con las que deben cumplir sin dudar u oponerse. Aquí reside una clara relación de poder que tomará más protagonismo con el correr de los minutos.

Las pruebas remiten a movimientos primarios, repetitivos y respetando un ritmo que hace juego con la música del ambiente (electro-tecno).

En un ritmo pausado que resiste a un público ansioso (y menos que menos  a espectadores distraídos) obedeciendo a un pedido que se repite en cada prueba: manténganse siempre sobre la línea.

 “Arteria: la revancha”  pone en tela de juicio el lugar que ocupan nuestros cuerpos en la comunicación sensible que los seres humanos mantienen (o mantenían) desde que la tecnología tomó un lugar de privilegio barriendo con todo lo que pueda reemplazar incluso el cuerpo mismo.

La obra es una pieza conceptual. Las ideas que propone son dominantes por sobre lo esparcido en el escenario. Es más una pieza híbrida/postmoderna que sirve al espectador un argumento que tendrá que descubrir.

La escenografía es acotada justa y necesaria para lo que van a usar nada más y nada menos. Una guitarra, un televisor, una notebook y un mueble. Cables y más cables y cintas pegadas en  el piso como arterias  por las que circulan.

El vestuario es estilo futurista donde el plateado como color toma gran protagonismo en lo que visten así como en el maquillaje.

El mensaje está claro: la tecnología como motor deshumanizante donde los humanos no se comunican entre sí de manera sensible. Aquí queda expuesta una relación de poder de oprimido y opresor. Humanos vs la tecnología / Internet / Wi-Fi / aplicaciones / redes sociales / etc / etc / etc… la lista sigue.

Este es un espectáculo solo para atentos ya que el híbrido que propone mezcla varios mensajes donde la palabra hablada queda excluida en su totalidad e invita a pensar qué significa comunicarnos en este mundo híper estimulado.

Ficha

 Dirección e intérpretes: Sol Vazquez y Camila Esmok

 Género: híbrido