Archidrama
Ficha
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Prensa:
Varas Otero
La complicidad y la renuncia
Una noche Lauri (Sol Aguero) y Lú (Esteban Lamarque) se reúnen para desarmar la vieja casa familiar. A medida que ordenan, el pasado los visita una y otra vez para encontrarse y desencontrarse a través de los recuerdos. Sin embargo, él tiene que darle a ella más de una noticia y estas no pueden esperar más. Como una bomba de tiempo, las palabras, las emociones y la aparición de Sylvie (Federico Vilaro) revientan en el añorado ambiente familiar.
Esta pieza escénica es un semimontado perteneciente al festival Archidrama. Este convoca a diferentes dramaturgos de Chile y Argentina para que sus textos sean dirigidos e interpretados por actores y actrices del país vecino. En su cuarta versión, Buenos Aires recibió dos textos dramáticos de Chile: “Lauri y Lú” (Ana Corbalán) y “Atlantium” (Pablo Greene) para ser dirigidos por los argentinos Emiliano Dionisi y Pilar Ruíz respectivamente y presentado en el Espacio Matta.
Bajo la dirección de Emiliano, la propuesta para “Lauri y Lú” fue mucho más que una lectura dramática. En escena, un par de sillas de madera y algunos objetos de utilería como: cajas de cartón, una radio, dos copas, un álbum de fotos y un paquete. Las paredes, ya recubiertas con madera, junto con una guirnalda de luces cálidas terminaban de vestir la escenografía. Al costado izquierdo, un atril. Este último espacio, quedó para quien leyera las didascalias y se diferenció también de la escena principal por las variaciones lumínicas. Respecto a los vestuarios, Lú viste un pantalón marrón con una camisa celeste y zapatos. Lauri, un jogging verde oscuro con una remera blanca y zapatillas deportivas. Por último, Sylvie viste un pantalón marrón, una remera, sobre esta una camisa, zapatillas deportivas y lleva una bandana en el cuello.
Así como se mencionó en el conversatorio posterior a la función, este semimontado resultó más un híbrido entre un radioteatro y un montaje tradicional. Los intérpretes se destacaron por una lectura muy fluida que denotaba un conocimiento acabado de los personajes y del guión. Además, el juego de entrar y salir de escena por medio de la lectura de las didascalias fue un acierto ya que en primer lugar fue una sorpresa el ingreso del tercer personaje y, posteriormente, le dio dinamismo a la puesta. Por último, hubo una proyección de luces que llenó de simbolismo y belleza una de las escenas.
Archidrama resulta una gran oportunidad para afianzar los vínculos entre artistas de Chile y Argentina. Considerando el conversatorio, esta instancia también es una oportunidad para que los espectadores de las diferentes regiones se vinculen con dichos dramaturgos, directores e intérpretes. Un espacio para reconocer y aprovechar las diferencias culturales pero, sobre todo, para reafirmar una historia y un presente en común. Próximamente el festival seguirá al otro lado de la cordillera.
De modo general, en la puesta de “Lauri y Lú” está todo expuesto, aún así no todo está dicho. La obra plantea las riquezas y las dificultades que tiene una relación de hermanos: la complicidad y la renuncia. También aborda los cambios y las decisiones personales. Más allá que el texto sea chileno, su contenido resulta local y cercano. Evidencia así intereses y problemáticas sin fronteras. Bajo este festival, la obra también se planta como un acto de rebeldía al ser una posibilidad de cruzar perspectivas, enriquecer vínculos y hacer comunidad artística hoy.
Ficha
Autora: Ana Corbalán (chilena)
Dirección: Emiliano Dionisi (argentino)
Actúan: Sol Aguero, Esteban Lamarque y Federico Vilaro
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