A India no se llega en avión, India está adentro de uno

Es una comedia dramática que nos muestra la historia de Clara (Silvia Gómez Giusto)  y  Leo (Gabriel Yamil) una pareja con serios problemas de comunicación.  A quienes la falta de diálogo los aleja de la posibilidad de compartir el vacío que les generan sus propias limitaciones, de  asumir los propios miedos y de apoyarse en el otro para enfrentarlos juntos. El desgaste de la convivencia pone, a esta pareja en crisis, que se encuentra a punto del divorcio y espera encontrar la solución por fuera de ellos mismos.

Seis son los personajes que aparecen en escena: una mujer negadora (Clara) y un hombre que somatiza en diversas partes del cuerpo (Leo), vuelven de un viaje de la India más desencontrados que antes. Un viaje que tiene como expectativa ser armonizador y excitante no logró apaciguar sus dolencias, ni frustraciones. Un matrimonio amigo, Álvaro (Guillermo Rovira) y Tere (Julia Catalá), que en vez de contenerlos son tan negadores como ellos mismos, sosteniendo incluso un vínculo basado en el maltrato de uno sobre el otro. La psicoanalista de Clara (Paula Manzone) quién en diversas oportunidades trata de hacerle ver a ésta que con Leo “no se hablan”, pero sus preocupaciones están más acá del análisis, como por ejemplo, saber si va a recibir un presente de Bombay y su estado, un embarazo avanzado. Una empleada doméstica, Benita (Elvira Massa) que con una frescura tan particular y sin pelos en la lengua, es la más acertada y consecuente con sus actos. Y Uro (Mauro Álvarez), el yerno europeo de los amigos, el tercero en discordia y punto de conexión con el placer y la relajación.

La puesta nos sitúa en espacios diversos que van articulándose al servicio del drama, pasando desde un aeropuerto al consultorio de un analista, de una lancha sobre el Río de la Plata, a un consultorio médico, de la casa de Tere y Álvaro, a la casa de Leo y Clara, y de ésta a la casa de Benita en Formosa. Todo ello, sostenido no sólo por el acompañamiento de luces y de una musicalización acorde, sino también por la articulación de los elementos sígnicos necesarios para construir la verosimilitud de cada espacio.

La mezquindad de un matrimonio hastiado de sí mismo, se contrapone a la solidaridad y entereza de una empleada, que los malcría y a que pesar de vivir una realidad más dura, les tiene paciencia y los hace reflexionar sobre su cotidianidad.  Sobre todo a Clara, quien deberá aprender que por más que se vaya lejos los problemas no se resuelven solos y que lo «nuevo viene cuando uno cambia».

Una pieza cercana para reflexionar sobre la dimensión que le damos a nuestros problemas, cómo transitamos la ansiedad en una sociedad de consumo, el vínculo con el placer, el respeto por los otros y las formas de comunicarnos.

 

Ficha:

Con: Silvia Gómez Giusto – Gabriel Yamil – Julia Catalá – Guillermo Rovira – Elvira Massa

Dramaturgia y dirección:  Silvia Gómez Giusto