El retrato punzó

El retrato punzó

Ficha

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  • Prensa:

    T.N.Cervantes

 

Rojo para todos

Manuelita Rosas, hija de Juan Manuel de Rosas y Encarnación Ezcurra, tuvo un importante rol político luego de la muerte de su madre. Convertida en ´Primera dama´ tenía un tinte particular: era sensible y humana, atenta a los sectores menos favorecidos de la sociedad (concretamente la población negra, muy nutrida antes de la fiebre amarilla); a su vez era parte de las mujeres ´bien´ y sumado a eso, tenía aceptación entre los unitarios, opuestos políticamente a su padre, por su actitud clemente. Esto la convertía en una figura de características únicas.

En 1851, cuando el gobierno de Rosas agoniza, contratan a un joven pintor, Prilidiano Pueyrredón, que tenía ideas muy avanzadas por su formación en Europa, para que realice su retrato.  

No se trataba de una obra más, una muestra artística, sino que tenía la muy alta expectativa de dar un mensaje a la sociedad de unión bajo el poder del Restaurador a través de una imagen querida. La condición: el uso del color rojo. Y no cualquier rojo… el rojo punzó.

La obra relata el encuentro entre Manuelita y Prilidiano, jóvenes aún, a fin de concretar el retrato.

Damián Dreizik, autor y director, impone su sello. Se trata de una obra muy divertida, contra lo que el tema pudiera sugerir. En escena, combina el lenguaje formal de la época con una puesta cargada de juego e imaginación.

Fernando Gonet, en el papel de Joaquín Ternejo, encargado de la educación de Manuelita, (un personaje ficcional creado por Dreizik para darle forma y fluidez al encuentro entre los jóvenes) aporta un toque de locura al formalismo esperable para dicho encuentro; el Prilidiano de Agustín Rittano es un muchacho mundano, elegante, a quien la propuesta lo convoca a la vez que lo confunde: retratar a ´La Niña´ es una oportunidad que obviamente le interesa pero las limitaciones recibidas sobre la paleta le resulta insultante. Micaela Rey, como Manuelita, no deja de sorprender. Además de aportar luminosidad a la escena con su presencia y particular voz, sorprende al parecer haberse escapado del mismísimo retrato.

Además de concentrar un instante de un hecho histórico, la obra refleja el vínculo entre política y arte, el poder de la propaganda en la creación de un punto de vista y la intencionalidad manifiesta de utilizar o crear simbología que modifique el sentir popular.

Ficha:

Con Fernando Gonet, Micaela Rey y Agustín Rittano.

Escrita y dirigida por Damián Dreizik

Categorías: Reseñas

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