De amor, deseos y muerte

Una nueva mirada de Bodas de sangre, escrita en 1931 por el célebre escritor español Federico García Lorca, en esta oportunidad la tragedia de amor y muerte se enmarca en un paisaje del conurbano sur de la provincia de Buenos Aires. A partir del romance entre dos jóvenes surge el enfrentamiento de las dos familias que, en esta versión, la familia del novio es porteña y la otra es oriunda de Córdoba pero viven en Monte Chingolo en el 3er cordón del conurbano.

La puesta en escena reúne costumbres de ese territorio urbano, a partir de usos y prácticas cotidianas que representan una identidad periférica, creativa, re-silente y excéntrica. En una atmósfera humilde, similar a un sainete, montada con fragmentos de distintos materiales como chapa, cajones de madera, telas ajadas, etc., los intérpretes componen distintos espacios escénicos desplegando dinámicas con objetos escenográficos, así el devenir de la historia adquiere un ritmo ágil y lúdico que todo el elenco sostiene sin problemas.

Algo de lo grotesco tiene el uso de objetos cotidianos, como una pileta pelopincho alrededor de la cual se genera una reunión familiar o, un paquete de bizcochos de grasa en una mesa de boda; objetos que se vuelven simbólicos de una cultura popular porque representan más que su consumo, sino, mejor aún, una forma de sentir, pensar y hacer.

El diseño sonoro despliega distintos matices que proveen una gran dinámica al devenir de la historia. Hay música grabada, pero también dos de los seis intérpretes son músicos en vivo que, con bombo  y guitarra dan aliento flamenco a las escenas. Paralelamente, una gama de sonidos identitarios, producidos por los mismos actores, describen este universo conurbano, como ser, el paso de vendedores ambulantes, entre otros. Esta caracterización del ambiente sonoro muestra una forma de ser expandida, a veces caótica, pero que busca la re vinculación entre los individuos y su entorno. Además, la historia presenta otro nivel espacial, más poético, el del bosque, dónde bajo la luna como testigo, el amor halla lugar para la subversión a mandatos familiares.

En oposición, la configuración espacial de la casa del novio se percibe más centrípeta y cerrada, así, la mamá del novio aparece caceroleando tras las rejas de su hogar. Asimismo, esa manifestación de disconformidad describe una coyuntura social en crisis, un contexto que posibilita a las diferentes clases sociales tomar conciencia de sí.

Desde el comienzo, la potencia invade la escena de la mano de un elenco que entusiasma e invita a sumergirse en esta imperdible tragedia de amor, secretos, deseos  y muerte.

 

Ficha

Intérpretes: Alejandra Robles, Carolina Ghigliazza, Mariano Bragan, Guido Sotomayor, Manuel Luchetti, Mariela Fernández, Lara Bragan, Franco Napolitano

Dirección: Paula Sánchez

Género: Tragicomedia