Munchhausen

Munchhausen

Puja con los propios fantasmas

El nombre de la obra Munchhausen , responde al síndrome que padece un tutor que medica a su protegido, inventando falsos síntomas o provocándolos para que el niño parezca enfermo.

Con algunos toques de comedia, la pieza teatral desentraña los conflictos de una familia de seis integrantes que se ahoga en su propio vaso de agua en donde cada gota es un mandato social, un trastorno de inseguridad o una dosis excesiva de vanidad. Una pareja con serios problemas conyugales, una adolescente soñadora y una abuela decimonónica y, por lo tanto positivista, que atormenta con concepciones xenófobas al servicio doméstico, constituyen el caldo de cultivo para que el niño protagonista conviva con la pregunta perpetua “¿Por qué no te morís?”.

El tema por antonomasia del teatro (aquél “ser o no ser” shakespereano que encontró múltiples formas y maneras antes y después de su enunciación hamletiana) encuentra aquí su variante ligada a las trastornos mentales y la vital importancia del entorno familiar como determinante del cuadro de salud. Quien sufre las consecuencias de ese entorno en forma más drástica es sin dudas el hijo varón, pero ¿No podemos decir que toda esa familia se encuentra viciada por sus propios prejuicios y desmedidas ambiciones?

En cuanto a la puesta en escena, es un punto verdaderamente destacable la utilización de recursos visuales, mediante proyecciones que nos invitan a participar de las voces internas de los personajes en forma casi fantasmal.

Los actores y la puesta logran transmitir la atmósfera opresiva que vive esa familia que no parece siquiera pretender encontrar el sosiego del entendimiento del otro y la posibilidad de la convivencia en armonía.

 

Ficha:
Dirección General: Ana Alvarado
Elenco: Julieta Alfonso, Diego Bañares, Monica Driollet, Omayra Martínez Garzón, Diego Vegezzi y Valentina Veronese.

Categorías: Reseñas

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