Formas de decir adiós

Dos extraños se encuentran en un muelle para hacer algo que tenían pendiente. La casualidad los lleva a ese encuentro, o quizás no. Acaso, sin saberlo, tengan mucho en común, más allá de las visibles diferencias. Ranco es un hombre de mediana edad, con aspecto desprolijo, descuidado. Diera la sensación de cierto abandono. Pertenece a ese pueblo del cual nunca salió. Por alguna misteriosa y poética razón, guarda lágrimas es frasquitos con las cuales realiza la mezcla para sus pinturas. En cambio, Beto es un adolescente, muy correcto y formal. Solo conoce el lugar por referencias de su abuelo recientemente fallecido. El primer cruce de palabras, entre estos dos personajes, es torpe, frío, distante. Pero de a poco, se irán acercando uno al otro dándose a conocer; develando finalmente ese oculto misterio que los une.
Agustín Soler es el director y dramaturgo de esta propuesta escénica. Logra construir con los actores una excelente puesta a partir del texto y las características de los personajes, estableciendo una dinámica donde ni un solo gesto o palabra está demás. Sabe aprovechar al máximo las condiciones de estos dos talentosos actores, poniéndolas al servicio de la escena, teniendo en claro que es lo que se quiere contar de esta historia. Tanto la composición de Carmen Tagle, quien encarna el personaje de Beto, y Pablo Algañaraz como Ranco, alcanzan tal nivel de compromiso escénico, solvencia y veracidad que logran atrapar la atención del público en todo momento, arrancándole una sonrisa, conmoviéndolo y llevándolo de la mano a lo largo de esta trama, que aborda un tema tan sensible como es el de los duelos. Con mucho humor la obra recrea entrañables momentos llenos de ternura.
Mortajas es una excelente propuesta teatral que se destaca por sus grandes trabajos actorales, su dirección y un texto que conmueve.

Ficha:
Actúan:
Pablo Algañaraz, Carmen Tagle
Dirección:
Agustín Soler