Es hermoso poder disfrutar de óperas dentro de la innumerable oferta de espectáculos que ofrece Buenos Aires pero, cuando esto ocurre fuera de lo que denominamos teatros “oficiales”, más de una vez me descubrí excusando a las diferentes producciones -como si hubiesen tenido algún grado de amistad o de parentesco conmigo- disculpando distintas imperfecciones, carencias en la función o en los cantantes o, directamente, alguna falta muy obvia que la técnica no intentó o no supo cómo resolver.

En cambio, la felicidad del público es plena cuando nos encontramos con una producción bella y completa, tal la calidad de esta Lucia de Lammermoor.

La escenografía, sin estridencias pero muy bien resuelta como para ubicarnos en tiempo y lugar, acortando espacios y abrazando a los personajes, a cargo de Zacarías Gianni.

En el viaje hacia la función, me preguntaba a cargo de qué instrumentos estaría la música… ¿Un piano? ¿Un piano más un violín? Conociendo bien la sala, no podía haber más. Creo que esperaba muy poco: con la excelente Dirección Musical del joven Facundo Sacco pudimos escuchar un septeto integrado por Diego López (piano), Malena Gustin (flauta), Matías Ormeño y Josefina Bugallo (violines I), Kevin Naranjo (Violín II), Nicolás Rauld (viola), Fredy Villegas (cello).

Un coro seguro desde lo vocal -también con algunos integrantes con muy buenas cualidades actorales- formado por Daniela Zabala y Emilce del Valle (Sopranos), Felipe Llenera y Gabriel Volpe Guzmán (Tenores), Francisco González y Miguel Saldaña (Barítonos), con excelente sonido siempre y algunos momentos de expresividad sublime. Los solistas, todos jóvenes con gran calidad.

Una mención especial para Paula Alba como Lucia: para ser protagonista en una ópera no basta con tener una voz excelente, hace falta mucho más y ella lo demuestra. Si no dominase a Donizetti y sus coloraturas no le hubiesen propuesto este rol, eso está claro. Pero hay mucho más que lo técnico y Paula lo demuestra:  domina la escena y su expresividad nos transporta a la Escocia del siglo XVII, junto a esta joven a la que las circunstancias llevan, trágicamente, a la locura.

Y también, encontramos a un increíble Raimondo en la voz de Augusto Nureña Santi. Un bajo pleno en todos los registros, expresivo vocal y actoralmente… Para disfrutar en cada segundo que apareció ¡Bravo!

Gracias, gracias, gracias, Patricia Palmer en Dirección Escénica  y Facundo Sacco en Dirección Musical por mostrarnos que calidad y producción independiente pueden ir de la mano. (Y nos quedamos con ganas de más funciones de Lucia…)

Ficha:

Con: Paula Alba, German Polón, Alfredo Martinez, Augusto Nureña Santi, Anahí Fernández Caballero, Fabian Frías, Gustavo Oliva, Leandro de Souza

Dirección Escénica: Patricia Palmer