La rebelión de los Ateos

La rebelión de los Ateos

Ficha

  • Datos de funciones:

    Funciones: Domingos 19hs
    El Estepario Teatro. Medrano 484

  • Prensa:

    Prensa: Te hago la prensa

 

Sálvese quien pueda

Tres sacerdotes meditan en su torre de marfil. Su teocracia tripartida se ha venido a menos y el supremo líder no atiende sus plegarias. Será la soledad, la cerrazón o la corrupción la que les ha creado una burbuja que no les permite interpretar un pueblo enfadado que, en los albores de la casa de gobierno, reclaman por sus derechos. El delirio es más fuerte en sus cabezas, y la sublevación está en manos del humor en esta oscura comedia de Karen Koch, La rebelión de los ateos.
Un falso docto, un rústico y un alternativo componen este triunvirato disparatado, que nos recibe tratando de comunicarse con su deidad con una tabla de güija averiada. La escena abunda en Telgopor, tan endeble como la comunicación. Cubos, cilindros y demás formas sencillas son ingeniosamente convertidas en altares, biblias, tambores y demás objetos preparados para el culto. Acompañan dos esbirros de inteligencia apagada por el embrutecimiento del régimen, para multiplicar las carcajadas y subrayar la desigualdad entre los prohombres religiosos y sus súbditos. La estabilidad no se hace presente, y la teocracia es cuestionada por el pueblo, que se hace oír en off. El trío gobernante, fiel a su pseudo religión entre el dogmatismo y lo new age, resuelve lo más extremista posible: el sacrificio de una humilde vecina. Ésta les hará ir y venir en sus delirios místicos producto de la inanición mientras afuera se cocina la sublevación inminente.
Amén de la locura deliciosa del retórico guion, que les requiere a los personajes una sólida construcción de personajes absurdos, es de destacar también un preciso trabajo de puesta. El diseño de escenografía y luz no solo les permite a nuestros protagonistas saltar de planos celestiales a terrenales entre el estupor y la risa, sino que además nos transporta de un espacio más o menos limitado como lo es la sala, a esta ciudad lejana cuyas problemáticas de pronto se hacen más cercanas que nunca.
Sin duda, con sarcasmo, minucia de diálogos y trabajo actoral al detalle, La rebelión de los ateos pone al espectador en el epicentro de la crisis de una teocracia absurda y entretiene al mejor estilo teatral, poniendo todos los elementos al servicio de un humor original, de una propuesta bastante única dentro del teatro porteño.

Ficha:
Eduardo Veliz Juan Palacios Darío Serantes Lucía Sempértegui
Checho Castrillón
Jorge Landaco
Dramaturgia, puesta en escena y dirección: Karen Koch

Categorías: Reseñas

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