La plaga interior

El detective Corrado (Pepe Monje) piensa en voz alta sobre los crímenes de Mantuano (Eduardo Lamoglia) un asesino en serie que asegura que el paraíso queda detrás de la puerta de un baño de mujeres en un bar del centro. Una mujer (Claudia Mac Auliffe)  podría ser la pieza final, amaga todo el tiempo a cerrar el círculo, pero no, queda en manos del espectador esa conclusión. Tres actores,  un juego de roles que activa el misterio con lupa y armas cargadas,  e induce al género policial a partir de lo psicológico.

Postdictadura, esta historia transcurre en Buenos Aires, y es un caso sin resolver que la prensa titula como “el asesino de los baños”. En cada escena de crimen deja una carta; en el último, esa carta decía dónde y cuándo se iba a entregar, y de esa manera al llegar a la comisaria, él ya estaba dentro de la mente de Corrado como una plaga.

Las escenas cambian tan rápido y es tan prolija su transición que el efecto llega hasta el público como una ola de acertijos dentro de un escape room. El móvil del asesino  parece ser la solidaridad, porque “algunas personas quieren morir y no saben cómo,  y otras se lo merecen”. Como el cadáver de ese milico que Mantuano movía de un lugar al otro para enloquecer a la prensa y a la policía.

Una puesta en escena precisa, diálogos excelentes, tensión y sorpresas, y una frase que debería estar en un cartel luminoso  en la entrada de todos los infiernos públicos “El tiempo es como una gran dentadura que mastica las cosas por nosotros”. Emocionante actuación de Monje y Lamoglia. Detrás de esa puerta es un juego que dura poco, y queda para siempre.

Ficha:

Actúan: Pepe Monje, Eduardo Lamoglia, Claudia Mac Auliffe

Dirección: Eduardo Lamoglia