Memoria y neocolonialismo

En “Adios a la Memoria”, un padre registra la vida de su hijo para que éste reflexione sobre ello en la posteridad, cuando su progenitor está irreversiblemente enfermo.

Prividera, a partir de las imágenes y videos inmortalizados por su padre, traza un eje de acontecimientos entre los recuerdos de las vidas de ambos, hechos comunes y otros no tanto, que incluyen a los sucesos históricos que se dieron a lo largo de la vida en el país que ellos vivieron.

Sucesos que mantuvieron en vilo a los argentinos, y por los cuales el pueblo desmemoriado, ha vuelto a tropezar con la misma piedra, en otra oportunidad, y una vez más.

Éste cine ensayo que se plasma en un estilo recurrente luego de “Tierra de los Padres”, en el que Prividera (ésta vez en primera persona), cita diferentes autores, pensadores, filosófos, y se apoya en el campo de la investigación, para narrar un relato intimista con un claro sentido identificatorio.

Por su parte, ya en su primera película “M”, el director investiga la vida y desaparición de su madre. En su devoto compromiso con la historia de nuestro país, en las tres películas en su haber, Prividera reclama justicia haciéndose cargo de lo que otros prefieren ignorar u omitir, y en “Adiós a la Memoria”, el reclamo fatalista de su título, recae en aquellas fuerzas del odio y del malestar, con las que convivimos en un país neocolonizado que exige a gritos su verdadero espacio de identidad.

Ficha Técnica:  

Guión: Nicolás Prividera.

Dirección: Nicolás Prividera.