Personas, lugares y cosas

Personas, lugares y cosas

Ficha

  • Datos de funciones:

    Info de las funciones en nuestra cartelera

  • Prensa:

    CTBA

 

Oscuros rincones de la adicción

El consumo problemático de sustancias atraviesa vidas enteras, no sólo por sus efectos físicos y psicológicos, sino también por las rupturas, el aislamiento y el estigma que genera en quienes lo padecen y en su entorno más cercano. La adicción no aparece de forma aislada: arrastra vínculos, trastoca rutinas, borra certezas y desdibuja identidades. En medio de esa turbulencia, quienes intentan rehabilitarse se enfrentan a una doble batalla: la de su cuerpo y su mente, y la de una sociedad que muchas veces los juzga antes de comprenderlos. Personas, lugares y cosas toma ese núcleo doloroso y lo convierte en materia teatral, con crudeza, sensibilidad y una potencia escénica conmovedora.

La obra escrita por Duncan Macmillan ofrece una inmersión profunda en los abismos de la adicción, la pérdida de sentido y la lucha por la reconstrucción personal. Con una dramaturgia precisa y visceral, la pieza retrata el arduo camino de Emma, una actriz de cuarenta años que debe atravesar un proceso de rehabilitación tras años de consumo problemático de drogas y alcohol. A lo largo de ciento treinta intensos minutos, el público acompaña su descenso y su intento de resurgir, enfrentando fantasmas, tratando de sanar vínculos rotos, deshabitando espacios inseguros y manejando emociones desbordadas.

Florencia Otero, en un giro completamente alejado de sus habituales papeles en teatro musical, ofrece una interpretación hipnótica. Su Emma es vulnerable, feroz, contradictoria, rota y resistente. Con una entrega total y una plasticidad admirable, Otero se consagra como una actriz integral, sólida y profundamente conmovedora. El elenco que la acompaña –integrado por Santiago Racca, María Latzina, Fiore Provenzano, Roco Sáenz, Sara Córdoba, Carlos Kaspar, Nelsón Rueda, Estela Garelli, Diana Santini y Estefanía D´Anna– sostiene cada escena con organicidad y compromiso. Resultan especialmente destacables los trabajos de Carlos Kaspar, como Pablo y el padre de Emma, y de Estela Garelli, quien encarna a la terapeuta, la doctora y la madre, en un juego escénico donde cada intérprete asume múltiples roles con fluidez y eficacia.

La escenografía de Florencia Tutusaus propone un cubo blanco, abierto en dos de sus paredes, con el público dispuesto a ambos lados de la acción, lo que genera una cercanía casi incómoda y potencia la experiencia. Este recurso, ya utilizado por el autor en Las cosas maravillosas, se ve aquí reforzado por una propuesta minimalista, monocromática y funcional. Los elementos escénicos son escasos pero precisos, y acompañan con efectividad cada transición dramática.

Las proyecciones de Diego “Rosca” Rozek y el diseño de iluminación de Adrián Grimozzi transforman cada escena, creando atmósferas envolventes y oníricas, incluso durante el intervalo, que sorprende por su tratamiento inusual. El cuerpo cobra protagonismo a través del coaching coreográfico de Gustavo Carrizo y la música de Taiu, en conjunción con el diseño sonoro de Nahuel Horacio Martínez. El vestuario, a cargo de Alejandra Robotti, acompaña con inteligencia cada pasaje temporal y espacial.

Todo esto ocurre bajo la atenta, minuciosa y detallada dirección de Julio Panno, quien ha sabido construir una puesta integral, arriesgada y profundamente humana.

Personas, lugares y cosas se convierte en una experiencia escénica poderosa, que interpela y moviliza. Conmovedora, intensa, brillante y necesaria, ha llegado para instalarse con fuerza en la cartelera porteña como una propuesta imperdible.

 

Ficha

Elenco: Florencia Otero, Santiago Racca, María Latzina, Fiore Provenzano, Roco Sáenz, Sara Córdoba, Carlos Kaspar, Nelsón Rueda, Estela Garelli, Diana Santini y Estefanía D´Anna

Dirección: Julio Panno

Género: Drama

Categorías: Reseñas

Escribe un comentario

Only registered users can comment.