Amores fraternales
La hermandad es uno de los vínculos más profundos y complejos que se puede experimentar a lo largo de la existencia humana. Representa un lazo inquebrantable, forjado en la intimidad del hogar y puesto a prueba por las diversas circunstancias que la vida presenta. Realmente todo un desafío cotidiano.
La trama de la obra se centra en la angustiante y conmovedora experiencia de dos hermanas que enfrentan una crisis asmática de la menor, de apenas 9 años, en la guardia de un centro de salud. La obra, protagonizada por Meme Mateo y Jazmín Simonian, destaca por su capacidad para abordar temas tan complejos como la desidia del sistema sanitario, el ninguneo hacia las personas de baja estatura, la despersonalización humana y los vínculos familiares.
La narrativa a cargo de Pedro Velázquez es simple, pero profunda y emotiva, logrando una conexión inmediata con la audiencia. A través de escenas cuidadosamente construidas, se exploran las dinámicas familiares entre las hermanas: la rigidez de la hermana mayor, sus obsesiones, las asperezas, los celos, los enfrentamientos y los momentos de acuerdo y ternura que surgen de la responsabilidad asumida por la hermana mayor. Cada elemento escénico, desde el pizarrón inicial hasta los accesorios cuidadosamente seleccionados, está perfectamente integrado para enriquecer la historia y mantener al público cautivado. Acá la mirada de Pedro, quien a su vez dirige esta pieza teatral, es fundamental para construir estas secuencias dramáticas con muchos tonos de humor y acidez.
El diseño de luces, a cargo de Samir Carrillo, juega un papel crucial al ayudar a matizar las emociones y darle un marco adecuado a la narrativa. El vestuario, por su parte, contribuye a definir las personalidades y estados emocionales de los personajes, aportando a la atmósfera general de la obra.
Las actuaciones son, sin duda, uno de los puntos más fuertes de «Perra que ladra a la luna». Meme Mateo ofrece una actuación deslumbrante, combinando gracia, histrionismo e introspección con una contundencia que deja huella. Por otro lado, Jazmín Simonian aporta una ternura inigualable gracias a la inocencia de su corta edad, entregando una interpretación sólida y orgánica que complementa perfectamente a su compañera de escena.
Perra que ladra a la luna se consolida como una de las obras más emotivas y profundas en la cartelera actual. Es una obra que nadie debería perderse ya que es un viaje emocional que invita a la reflexión sobre la humanidad y la empatía, y que sin duda merece ser aplaudido de pie. Pedro Velázquez ha logrado, una vez más, capturar la esencia de la experiencia humana en una historia que resuena profundamente en el corazón del espectador.
Ficha
Elenco: Meme Mateo, Jazmín Simonian
Dirección: Pedro Velázquez
Género: Comedia dramática.
Artículos relacionados
Escribe un comentario
Only registered users can comment.