En el marco del festejo por sus 10 años la reconocida Compañía cuerpoequipaje liderada actualmente por Tatiana Sandoval, Bárbara García Di Yorio, Cecilia Candia, Gabriela Baldoni y artistas invitados, presenta MIRAR AL RÍO, diálogos con lo inanimado.

Una experiencia onírica, musical e inmersiva

Duración: 50 minutos

Sinopsis

¿Cómo recuerda el río a aquellos cuerpos que ya no están? “MIRAR AL RÍO, diálogos con lo inanimado” es una obra sobre memoria y territorio. La acción transcurre a orillas del Río de la Plata. Se conjugan tiempos ancestrales y un pasado cercano. Un ensamble de recuerdos que se mixturan en el escenario como máquina de la memoria.

Ficha artística y técnica

Dramaturgia, dirección escénica y coreográfica: Tatiana Sandoval

Composición y dirección musical: Cecilia Candia

Diseño de visuales y multimedia: Gabriela Baldoni

Performers creadores e intérpretes de música en escena: Bárbara García Di Yorio, Josefina Sabaté y Baudron, Estefanía Amoruso, Diego Núñez, Leonardo Volpedo y Gabriela Baldoni.

Diseño de Iluminación: Adrián Grimozzi

Diseño de vestuario: Fiamma Greco, Lucía Mezzera

Arte: Gabriela Baldoni, Bárbara García Di Yorio, Tatiana Sandoval

Instrumentistas en escena: Estefanía Amoruso (Violín), Cecilia Candia (Flauta, melódica y set)

Colaboración coreográfica: Diego Núñez, Josefina Sabaté y Baudron

Asistencia de dirección y operación de video: Romina Giselle Asat

Fotografías de función: Patricia Ackerman

Diseño gráfico: Laura Oholeguy

Prensa: Carla Segalini – Correydileprensa

Producción general: Compañía cuerpoequipaje

Sobre la dirección escénica y coreográfica – palabras de la autora y directora Tatiana Sandoval

La propuesta conjuga elementos performáticos, visuales inmersivas, danza, objetos y música en vivo. La obra, organizada en tres actos, es una coreografía visual en las que se arman y desarman ágilmente paisajes y atmósferas poéticas que recrean retazos de la memoria de nuestro territorio. La puesta en escena conjuga recursos multidisciplinarios innovadores, con un destacado elenco que danza con instrumentos e interactúa con proyecciones y pequeños objetos.

Acerca de las visuales inmersivas – palabras de la artista multimedia y performer, Gabriela Baldoni

La proyección de imágenes para MIRAR AL RÍO, implica una performance visual que supera la idea de mera escenografía. Las imágenes generan climas oníricos que abarcan toda la escena. Modifican los cuerpos de los personajes al proyectarse sobre el vestuario: una mujer se convierte en árbol, un hombre transmuta en río. Hay texturas en movimiento que configuran paisajes, geometrías que redefinen el espacio: una pared se transforma en un camino que recorre un personaje, el agua se convierte en rayo que fluye en contra de la gravedad. Durante casi una hora la platea es invitada a sumergirse en un nuevo mundo. En la intimidad de la sala todo es posible.

Sobre la dramaturgia escénica y la dirección performática, por Tatiana Sandoval
MIRAR AL RÍO, Diálogos con lo inanimado, imagina que podemos escuchar aquellos tiempos ancestrales que el viento recuerda, el estupor del río al recibir en sus aguas el cuerpo de una mujer arrojada desde un avión militar. Pero también, la voz de la tierra, que recuerda idiomas ancestrales y el murmullo de los pueblos, el clamor de sus fiestas y sus manifestaciones. ¿Cómo contarlo con poesía y muchas imágenes? Con un equipo interdisciplinario maravilloso. La escritura escénica de una dramaturgia visual y coreográfica es posible gracias a un elenco dispuesto a tomar palabras para transformarlas en cuerpo. Un elenco dispuesto al riesgo de trascender los límites de sus propias disciplinas. La violinista juega a ser acróbata y el bailarín danza un tango roto con una máscara de violín que se multiplica. El actor manipula juguetes sobre un cuerpo retablo o una pintura para narrar fragmentos de nuestra historia. Una performer se transforma en una mujer árbol que danza sobre un paisaje en la pared, la actriz da vida a una montaña debajo de un gran papel y saca de sus entrañas una fiesta necesaria para sobrevivira a la tristeza. Dirigir un trabajo performático es conjugar elementos de la creación individual para configurarlos dentro de una creación colectiva y multidisciplinaria. Es organizar en el espacio y el tiempo los elementos poéticos que cada disciplina aporta a la trama y darles un protagonismo que se alterne, para que puedan dialogar entre sí: desde los lenguajes visuales aplicados a la escena (multimedia, vestuario e iluminación) hasta la emoción, el clima y los recuerdos a los que nos transporta la música; la poética de los objetos y la materia; la metáfora de la danza y el movimiento, la emoción de la actuación y la poesía de los textos. Hay una escritura final, pero la dramaturgia escénica es la pluma de la dirección, que rinde homenaje a las artes vivas y a todos sus creadores.