Una vuelta al pasado para remarcar el presente

Tres mujeres del siglo XX se despiertan en un “no lugar” y conversan acerca de sus experiencias vividas de amor y roles de género, desde un lugar efímero de la existencia.

Juramos no morir de amor es una obra profundamente dramática, que está arraigada a la idea de un conversatorio femenino en la que las protagonistas narran sus vivencias para poner en juego ciertos dilemas sociales, y políticos relacionados con lo femenino, el amor, el deseo y el poder, en una sociedad donde, los estereotipos y la violencia de género, y por sobre todo el machismo, se imponen por todos los medios posibles.

Una artista conceptual, una feminista bolchevique y una mujer salida de una novela de Marguerite Duras, habitan un dispositivo escenográfico abstracto, minimalista, preciso y ocurrente, un escenario escalonado de bloques de madera, donde las protagonistas se desplazan. No hay más información sobre aquel espacio, ni importa saberlo, el foco presupone estar en las palabras, y silencios sostenidos, de estas mujeres, que se destacan, además, por la meticulosa gestualidad, ya que, a partir de movimientos sutiles y pequeños, desarman y desentraman problemáticas sensibles para la historia, no solo del pasado, sino también del presente cercano.

En lo indeterminado, e indefinido del lugar, o mejor dicho del “no lugar” en el que se encuentran las mujeres, es que entra el imaginario del espectador para construir en paralelo a través, el escenario que en penumbras ilumina una historia que se mantiene al margen a lo largo de los años.

La puesta en escena está acompañada por la iluminación y el sonido, de manera sensible, y conceptual, mínima y repetitiva. En cada despertar se mantiene un mismo clima escénico en función de lo que se escucha para acompañar el relato de lo que se ve.

Lo que irrumpe en la puesta general de la obra, es lo audiovisual, funciona como lugar de tensión entre el documento y la representación, ficcionalización de una historia, pero también para detenerse en el archivo documental de los personajes históricos, políticos y sociales a las cuales las protagonistas encarnan. Aunque lo audiovisual extiende la información que puede brindar el relato, el recurso parece prescindible ya que la actuación de cada una y la dramaturgia son de un carácter único en el que convive por sí solo, con los elementos propios de la puesta en escena teatral.

Juramos no morir de amor es un espectáculo que ahonda sobre lo pequeño y visible, pero también sobre las profundas y enormes reflexiones acerca de lo femenino y la cuestiones que giran en torno al género, que revuelven el pasado para remarcar el presente. Una obra en donde menos, es más.

 

Ficha

Actúan: Patricia Carbonari, Gabriela Levy Daniel, Ana Rodríguez Arana

Dirección: Laura Yusem / Ana Alvarado

Género: Drama