El amor brilla en el cielo.

Entre nietos y abuelos se crea un lazo único, pleno de magia, en el que la realidad se suspende. Pueden ser contemporáneos por un rato y compartir juegos secretos  y  un código propio.  Una complicidad colmada de amor infinito e inocencia que tristemente está condenada a tener un final muy real.

Así le sucedió a Tara, una nena curiosa e inquieta que sentía fascinación por la luna y las estrellas. Aunque vivía en la ciudad, donde las luces nocturnas dejan poco cielo a la vista, tenía la suerte de pasar las vacaciones en una granja donde su abuelo criaba gansos. Una vasta bóveda oscura, repleta de  puntitos titilantes aparecía sobre ellos cada noche y por supuesto una luna enorme, como cercana, sonriéndole a todo. El abuelo,  muy amoroso, inventaba, una tras otra, historias sobre la vida lunar, totalmente alocadas y divertidas. En una ocasión  le cuenta que se estaba entrenando para viajar hasta allá,  y que sus gansos lo iban a llevar atravesando el espacio, así que, si alguna vez no lo veía, no se asustara porque significaba que había tenido éxito.  Claro, llega un buen día en que el abuelo no está, pero Tara descubre  que se ha olvidado algo vital. A partir de entonces, dedicará  toda su creatividad a  que el abuelo reciba lo que olvidó y pueda vivir en la luna con total felicidad.

La obra es un minucioso trabajo de animación que interactúa con una sola actriz, la muy simpática Jime Grandinetti, que la  lleva adelante con soltura y energía. Se trata de una historia encantadora, que atrapa y emociona tanto a pequeños como a los que dejaron de serlo. El trabajo requiere una sincronía perfecta entre lo que sucede en la proyección y lo que se actúa y está maravillosamente logrado. Algo de la música y algunos recortes de información histórica intercalada son un guiño a los adultos, mientras que el relato, los colores, los dibujos, gustan a todas las edades. Un espectáculo muy recomendable para los chicos, ya que no reproduce formatos televisivos sino que es un relato original, atractivo visualmente y que apela a la imaginación. El artilugio técnico no tiene fallas y la escenografía sobre la que se articula es sencilla y ocurrente así como el vestuario.

Ficha:

Idea original y dramaturgia: Daniel García Rodríguez y Cynthia Miranda

Música Original: Oscar Botello

Actriz: Jime Grandinetti

Voces: Oscar Lajad y Darío Petruzio

Dirección de Producción: Bárbara Bofill

Dirección General: Josse Muñoz