Prueba y error
Pescando en la bañera es sinónimo de buscar algo donde seguramente uno no lo va a encontrar. Es la analogía perfecta. Cuántas veces en la vida nos embarcamos en situaciones como esa? Esta propuesta, compuesta por varios historias en paralelo, hace foco en los vínculos. El desarrollo de cada una de las historias se da en un sitio común, el baño de los hogares de cada uno. Un sitio muy elegido por todos para descargar broncas, para hacerse replanteos frente al espejo, para buscar un lugar de mínima privacidad o buscando refugio.
Conoceremos la historia de Martín, Blanca, Diego, Esteban, Natalia, Claudia, Amalia, Mónica, Alejandra e Ignacio. Algunos son historias muy duras, muy densas. Otras son más livianas, ciertamente más transitables pero todas son muy humanas. La construcción de los diálogos es desde un costado muy cotidiano, en algunos casos extremadamente recios pero responden a una historia que los contiene, dentro del mismo contexto.
Los temas que se tocan son muy variados. Infidelidad, depresión, identidad sexual, violencia de género, los personajes están atravesados por miedos, inseguridades, desesperanza y el hilo conductor es ese preciso punto en que todos estan en busca de algo en un lugar, la situación o la persona equivocada. Irremediablemente todos en muchos momentos a lo largo de nuestra exiastencia caemos en ese compartimento estanco.
Apoyados en una ingeniosa escenografía que recrea un baño amplio donde se libran todas estas pequeñas batallas, los actores se mueven con comidad y logran transmitir de modo rotundo todo esa carga de emociones que los personajes contienen. Un hecho muy interesante se produce al principio de la obra y encuentra su cierre al final y es la visible partición entre actor y personaje, datito para tener en cuenta, una perlita del final, muy interesante.
Propuesta intensa, interesante, para analizar de a poco. Una vez que se prenden las luces y el espectáculo termina, el espectador se lleva mucho hecho pero también se lleva mucho para ir desentrañando de a poco, en una segunda lectura de lo visto y oído.
Evidentemente el director tiene muy claro que pretende lograr con su texto. Hay un trabajo intenso detrás de lo que se ve en escena, hay diálogos mas fluídos, otros que cuestan un poco más pero en líneas generales, la construcción total de la puesta es poderosa. El mensaje, sea cual fuere el que le llegue al espectador, es contundente. Propuesta para ver de un tirón e ir degustandola de a poco como los buenos vinos.

Ficha:

Escrita y dirigida por Leonel Dolara

Actúan (por orden alfabético): Bruno Alarcón (Martín), Rosella Bosco (Blanca), Mariano Cáceres (Diego), Julián Calviño (Esteban), Gabriela del Mar (Natalia), Jimena La Torre (Claudia), Stella Minardi (Amalia), Antonella Piersanti (Mónica), Victoria Rodríguez Montes (Alejandra), Diego Viquez (Ignacio).