La madre infanticida
Medea, la hechicera, es el símbolo de una figura potente, inteligente, apasionada. Podría decirse que representa una excepción al estereotipo clásico de la mujer en la mitología griega. Una maga luchadora, audaz y totalmente consciente de su poderío – es decir, de su capacidad de dar vida pero también de quitarla- en una eterna cavilación acerca de cómo ese poder debe (y puede) ser utilizado.
Con libreto de Pascal Quignard y dirección de Emilio García Wehbi, esta versión de la figura de Medea según la tragedia de Séneca, se yergue además como un homenaje al teatro griego. La obra recupera -explícitamente- los aspectos más clásicos del teatro antiguo como la música en vivo, los cambios de vestuario frente al público y las estructuras móviles que componen la escenografía.
En esta apuesta, Wehbi realiza una unión interesante en donde la tecnología y el teatro clásico irrumpen y se conjugan como un discurso propio, demostrando que los clásicos nunca envejecen y que todavía existen oportunidades para continuar reactivándolos y explorando la infinidad de elementos que componen la tragedia.
Medea (Maricel Álvarez) en seis actos breves, donde se fusiona lo clásico y lo contemporáneo, relata su origen y las palabras derivadas de su nombre: Medea/medicina, Medea/mediodía, Medea/medita; la historia de su venganza y por último, su tragedia: el asesinato de sus hijos y su posterior huída. Medea reflexiona acerca de su potencia, y por eso se pregunta acerca de los límites de la maternidad: ¿por qué una madre debe amar a sus hijos?, ¿qué significa ser una mujer?, ¿qué es lo propio del deseo femenino?.
Medea sabe que su crimen jamás será perdonado, pero su deseo de venganza contra Jason de quien estaba enamorada, la enceguece para darle lugar a sus impulsos más primitivos, cometiendo uno de los crímenes más terribles. Medea habita su ira de manera completa y por eso se vuelve un personaje que continúa siendo intrigante y atractivo hasta el día de hoy. Con una fascinante puesta en escena, un vestuario disruptivo y una musicalización acorde, Medea meditativa invita a preguntarse acerca de cuál es el verdadero poder de una mujer.
Ficha:
Actores: Maricel Álvarez, Emilio García Wehbi y Walter Jakob
Dirección: Emilio García Wehbi
Género: Drama
Artículos relacionados
Escribe un comentario
Only registered users can comment.
