Humor convertido en alegría

Adriana Chaumont – directora y actriz- de “No hay plata, hay humor” engalana la noche de buenos aires con su revista llenando de brillos, nostalgia y alegría el teatro. Sus intervenciones son aplaudidas de principio a fin ya que en las mismas puede verse su destreza, sensualidad, desparpajo y su gran caudal artístico ya que la misma baila, actúa y canta.

Álvaro Navia “Waldo”, es quien lleva adelante el espectáculo en ciertos momentos llegando a interactuar con el público, al igual que Gladys Florimente, haciendo que los espectadores sean un actor más en el espectáculo. Es quien más, maneja la emocionalidad llevando a que se vivan momentos de risa constante y también se pase a la nostalgia o lágrimas de un momento a otro. Sus actuaciones son sublimes, desde la joven  Brígida, muestra su caudal vocal llevándose aplausos de la platea. El pasaje que realiza por algunos cantantes de la escena nacional e internacional deja a todos sin palabras haciendo que la emocionalidad y ovación sean parte de ese momento atrapante. Él, realiza un borramiento total de la cuarta pared logrando ser parte de uno y mostrándose no desde lo actoral en todo momento sino desde su vivencia personal, las personificaciones que realiza despiertan carcajadas pero su voz al cantar ocupa cada rincón del teatro de forma extraordinaria.

La emocionalidad que logra en su última interpretación enaltece el espectáculo y da paso a conocer esa faceta de Álvaro que quizás no es tan conocida. Gladys Florimonte, es la frutilla del postre, ya que con sus apariciones levanta a todos los espectadores. Su primera salida es sublime ya que sólo con interpretación, sin texto, logra que se entienda claramente lo que Adriana Chaumont relata, no dejando espacios vacíos en ningún momento sin que una risa se escuche a lo lejos. Su emblemática “Zulma” interviene en la platea de forma natural despertando risas, y haciendo que se preste atención paso a paso a lo que relata; al igual que Álvaro, genera ese borramiento haciéndose parte de la platea y hablando por momentos como ella misma. Las risas descomunales que generan sus intervenciones llenan el espectáculo de humor sano tan necesario en esta época.

La primera vedette del espectáculo Gisela Bernal muestra su destreza con una femineidad única, la sutileza que maneja en cada cuadro que presenta la hace ver etérea. Pareciera con su delicadeza que vuela en vez de bailar, sus pisadas en el escenario son fuertes y determinadas luciendo las coreografías de Ariel Pastocchi con excelencia, su simpatía y destreza son extraordinarias.

Noelia Sánchez Barros- segunda vedette- acompaña a la perfección todos los cuadros de los que forma parte, como también se luce en su cuadro personal, su desenvoltura hace notar el disfrute permanente con el que vive el espectáculo como así también su fluidez a la hora del baile. Leandro León – el veddeto- es un joven cuya gestualidad y destreza en la danza es apreciada en cada momento donde participa, tanto él como Noelia y los bailarines que forman parte del show completan de forma magnifica cada cuadro.

La fluidez, complicidad y desenvoltura con la que viven el show, traspasa a la platea en todo momento haciendo que todos se sientan cómodos y participes del mismo. Las distinciones no se hacen notar en ningún momento particular del espectáculo ya que se los puede ver a todos disfrutando como uno solo de lo que hacen sobre el escenario.

Con producción de Carlos Granero, es un espectáculo para toda la familia donde podrán reír, disfrutar y también abrir la puerta a la nostalgia y emoción sin tapujos. Lo más destacable además de las intervenciones cantadas de Álvaro Navia, es el vestuario de Galho Martins, que viste a cada personaje con una distinción única de la cual los brillos son el punto trascendental.

 

Ficha

Dirección: Adriana Chaumont

Actores: Adriana Chaumont, Álvaro Navia, Gladys Florimonte, Gisela Bernal, Noelia Sánchez Barrios, Leandro León

Género: Revista #comedia #teatroderevista