Amanda y Eduardo

Ficha
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Datos de funciones:
Estreno: Domingo 20 de agosto, a las 20:30h.
Funciones: domingos a las 20.30h
Sala: Patio de Actores (Lerma 568)
Entrada General:$2800
http://www.alternativateatral.com.ar/obra84937-amanda-y-eduardo -
Prensa:
Paula Simkin
Con dramaturgia de Patricia Zangaro, a partir de la obra de Armando Discépolo, la obra es dirigida por Teresa Sarrail y cuenta con un elenco encabezado por Lorena Szekely y Mario Petrosini que se completa con Liliana Lavalle, Jose Manuel Espeche, Faty Arahuete, Lucia Palacios, Jesica Álvarez
Sinopsis
En la Buenos Aires del ´30, la joven Amanda es la “querida”, la amante de Camilo, un adinerado hombre mayor que la mantiene tanto a ella como a su familia. Una vida gris y monótona, atada a un contrato implícito, que se quiebra cuando la pasión por Eduardo irrumpe para fragmentar la vida de ambos. Amanda está dispuesta a arriesgarse, a romper con ese mundo que la sometió y condenó a la prostitución para sobrevivir. Pero este movimiento no será gratuito, la red que durante años se tejió a su alrededor amenaza ese sueño de libertad. En un juego de exceso y repliegue se desafía al sistema, se vislumbra el abismo, se desea con la potencia desesperada de la soledad. La valentía de habitar las emociones será su viaje de mujer, y en ese recorrido volverá sobre sí, para saber quién es realmente.
Armando Discépolo, nuestro contemporáneo, por Patricia Zangaro
“Armando Discépolo estrenó Amanda y Eduardo en marzo de 1931, en Barcelona. Dos años más tarde, su “Idilio en nueve cuadros” vio la luz en el teatro Odeón de Buenos Aires. Luego, la obra sufrió casi cuatro décadas de silencio. Como dijo el autor en 1969, a propósito de su inclusión en el último tomo de su teatro completo – en la imprescindible edición de Jorge Álvarez prologada por David Viñas -, “ignoro si por injusto resentimiento de índole misteriosa, por místico silencio de penitencia, por inmerecida condena, o quizás para hamacarla a solas en mi regazo, la edito hoy por primera vez”. En los últimos años, Amanda y Eduardo ha despertado el interés de las nuevas generaciones de teatristas y ha regresado a la escena a través de varios montajes. Seguramente porque su protagonista, cuyo cuerpo es un territorio de disputa en un mundo regido por la mezquindad y la codicia y en el que no hay lugar para el amor, no puede sino volver a interpelarnos, a la luz de las múltiples luchas feministas y de las diversas perspectivas de género. Discépolo nos sigue interrogando hoy. Por eso abrevamos en su teatro. Como un Shakespeare criollo, parafraseando a Jan Kott, es nuestro contemporáneo. Para esta versión, he decidido condensar algunas escenas y prescindir de unos pocos personajes para ir al hueso del conflicto. No creo haber alterado con ello una obra que según las propias palabras de Don Armando “en la dificilísima sencillez de su forma, logra la hondura geométrica de la vertical”. Sólo me he permitido omitir el último cuadro, y abrir el final a una interrogación sobre el destino de Amanda, que sin duda
completará el público. Tal vez esa omisión sea un pequeño acto de rebeldía, como una puerta en el muro del encierro inexorable, una fuga hacia una escena en la que sea posible un último gesto de emancipación. O quizá sólo sea una invitación para volver a leer el texto original de Discépolo y debatir largamente con él sobre el final de esta obra que, por alguna razón, guardó para sí durante tantos años.”
¿Por qué dirigir un clásico, un Discépolo hoy? ¿Y por qué Amanda y Eduardo?, por Teresa Sarrail
“Me interpela. Sigue cuestionando ideas y creencias. Narra la historia de una pasión desmedida que desemboca en un brutal y abrupto final. A casi cien años de su escritura esta historia se repite hoy. Con algunas circunstancias diferentes podría ser contada en nuestro presente. Hace varios años que quería dirigir esta historia apasionada y melodramática entre estos dos amantes. El texto de Patricia Zangaro hizo posible un exquisito trabajo dramatúrgico que muestra el mecanismo de sometimiento y clausura en este mundo femenino. Este universo cerrado nos impide habitar nuestras emociones y sostener los proyectos propios. Al igual que Amanda y Eduardo vivimos vidas llenas de encuentros y desencuentros, de excesos y repliegues. Sin embargo, aunque a los protagonistas los devora una gran pasión, es ella la que se anima a descubrirse, a rescatarse, a encontrarse fuera del lugar donde la coloca la sociedad.
Para este trabajo partí de entender esa manera de contar, con pinceladas gruesas que usa Discépolo. Para que los personajes habitaran su época debimos entender y expresar `el cuerpo` y la gestualidad de los porteños en la década del 30. Sus vestimentas, sus mobiliarios que se articulan con ese decir tan clásico. Al mismo tiempo plantee un espacio escénico que atravesará todos los ámbitos por donde se juega la acción dramática y avanzar con elementos disruptivos desde la dirección.”
Ficha Técnica
Dramaturgia: Patricia Zangaro (basada en la obra de Armando Discépolo)
Elenco: Lorena Szekely, Mario Petrosini, Liliana Lavalle, Jose Manuel Espeche, Faty Arahuete, Lucia Palacios, Jesica Alvarez
Dirección: Teresa Sarrail
Diseño y realización de escenografía y vestuario: Paula Molina
Diseño de iluminación: Eduardo Safigueroa
Composición de música original: Pedro Piterbarg
Arreglos y voz Himno a la Alegría: Inés Echavarría
Fotografía y diseño gráfico: Nahuel Lamoglia
Locución: Marcelo Velazquez
Prensa: Paula Simkin
Asistente de dirección: Eliana Hernandez
Producción ejecutiva: Claudia Diaz
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