A puro  flamenco

Con un elenco muy profesional, bien entrenado en las artes de la danza y del canto, nos llega esta propuesta musical a puro flamenco. Poesía, música, escenografía y danza se conjugan en una obra que es inagotable. El gran contenido dramático-musical de Yerma (escrita entre 1933 y 1934, en Madrid) seguro es de gran atractivo para los amantes de la escena, y para todos aquellos intérpretes que quieran jugar dentro de ese universo  donde se mueven las criaturas lorquianas. El desafío siempre será la relectura, y las infinitas representaciones y re significaciones que de la obra clásica surjan.

El equilibrio de la puesta, basado en excelentes cantantes, da el marco propicio a un espectáculo escénico ágil y enérgico para esta gran obra. La existencia vacía de una mujer, que lejos de contentarse con la realidad que le toca y en un tiempo (por suerte ya muy lejano) donde la única razón del vivir femenino era “parir” para procurar descendencia  y ocuparse de los cuidados del hogar y del hombre, busca desesperadamente un hijo pero solo consigue llenarse de odio. Su marido no se lo da y tampoco parece importarle demasiado.”(…) Mi marido es bueno, es bueno y qué…ojalá fuera malo…pero no (…)” Ella no siente nada por ese ser, solo logra mantener intermitentemente una luz de esperanza que es: “Por honra y por casta su única salvación”

Ilustre de la dramaturgia mundial, como lo es Federico García Lorca, y con esta propuesta el público podrá disfrutar un espectáculo de alta calidad artística con una temática que desde siempre interesó y sigue interesando: la dicotómica elección de vida entre el querer y el deber, las insatisfacciones de los deseos truncos cuando una pareja no va de la mano. La imposibilidad de un hijo , las fuerzas de la vida destinadas a la libertad y la opresión hasta la muerte. Penetrar e introducirse en la historia será del todo viable gracias al vigor  y el respeto de  sus intérpretes.

El entusiasmado aplauso al final, es por demás elocuente.