Y luego la calma

Y luego la calma

Ficha

  • Datos de funciones:

    Información sobre las funciones, en la cartelera

  • Prensa:

    Duche&Zárate

 

Reflexiones en el hospital

Él es irresponsable. Ella se responsabiliza por todo. Él vive endeudado. Ella vive tapando baches económicos. El poco se interesa en los demás. Ella se preocupa por el otro. Él no se preocupa por nada. Ella se preocupa por todo. Él no se cuida ni a sí mismo. Ella los cuida a ambos.  Él es desorganizado. Ella es muy organizada. Él está internado, con una enfermedad terminal. Ella está embarazada, en el último tramo. quiere cuidarla. Ella lo cuida. Él la ama. Ella lo ama. Para el ella es lo más importante en su vida. Para ella él es lo más importante en su vida. Él es el padre. Ella es la hija. Son opuestos, no se entienden, se provocan enojo mutuamente, pero hay algo más fuerte que todo eso que los une y los unirá siempre, se llama amor.

Marina (Daniela Pantano) se enfrenta a muchas cosas a la vez: le falta poco para que nazca Sofía, mientras el padre de la bebé está en Londres por negocios y no les presta demasiada atención, generando una crisis de pareja, por otro lado tiene que ocuparse de las deudas del padre (Javier Niklison) que está internado y ambos saben que le queda poco tiempo.

En esa sala de hospital, se encuentran desde un lugar honesto, descubren secretos, se interesan por el otro, se preocupan… cosas que este hombre no hizo mucho hasta ese momento, pero al ver a su hija tan estoica frente al contexto que le tocó, tan pendiente de él y a su vez de la bebé, ocupándose de aquello que él debió ocuparse pero no le importó, que en el fondo se quiebra y quiere cambiar, quiere ser su soporte (aunque mucho no le sale), pretende ser ese padre tantas veces ausente.

Un espacio dibujado con una estantería metálica, dos “camas” y alguna silla; esa será la sala que los una para que en definitiva… puedan despedirse, con todo lo que eso conlleva.

Esta ópera prima de Daniela, está dirigida por Dennis Smith y se nota. A través de la puesta, el diseño de luces acogedor y un ukelele que suena en los momentos oportunos (funcionando como un código), se genera un clima cálido, profundo, de reflexión y emotividad; esos ambientes que él tan bien sabe crear, sobre todo, cuando se trata de contar historias que toman hechos de la realidad, como es este caso.

Daniela es honesta en su actuación, se nota que una parte muy íntima suya está ahí expuesta, compartida, regalada a todo aquel que quiera oír. Si bien ella no quería que el espectáculo tenga elementos musicales (tal como nos contó en la presentación de la temporada teatral 2022), Dennis la convenció para sumar algunos toques y seguramente hoy no se arrepiente de haber aprendido a tocar el ukelele y dar esas pinceladas de música, que tan bien le sientan al espectáculo.

“Y luego la calma” habla desde el corazón de la relación de una hija con su padre en el momento que se cruzan el hecho más triste con el más feliz de su vida, relaciones complicadas, momentos difíciles y la fuerza para seguir. Un espectáculo cálidamente honesto.

Ficha:

Con: Daniela Pantano y Javier Niklison

Dirección: Dennis Smith

Género: Drama

Categorías: Reseñas

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