Así se mueve el mundo

Goyo y Jota se encuentran aislados en un recinto que pareciera ser una fábrica o algo similar, sin contacto con el exterior, solamente por medio de un teléfono se comunican -o tienen la ilusión de estar comunicados- con un superior que les da órdenes. En esta habitación hay una mesa con sillas -en las cuales pueden descansar en los momentos en los que no están trabajando, que no son muchos- y también diversos dispositivos como un fuelle, una especie de molino y una bicicleta fija que son accionados para generar energía. Su misión es generar esta energía que “mueve al mundo”. Un mundo de desigualdades, de marcadas diferencias de clases, de extrema injusticia, donde hay gente que está arriba (denominados “los destacados”) y gente que está abajo realizando las labores pesadas para que este sistema funcione y perdure en el tiempo. A estas condiciones de trabajo alienante, se le suma la dificultad de que a Sáenz, uno de los compañeros que trabajaba junto a ellos, lo ascendieron y fue a conocer a “los de arriba”, por este motivo es que desde hace un tiempo está ausente. Ante estas circunstancias, Goyo y Jota no dan abasto para hacer todo ellos dos solos y eso por momentos se torna desesperante. Cuando parece que la situación no da para más, sorpresivamente, vuelve Sáenz con noticias de “los de arriba”, del mundo exterior, que modificarán para siempre el curso de los acontecimientos, generando una toma de conciencia y  posicionamiento ante esa terrible realidad que les toca enfrentar.

Las actuaciones de Manuel De la Serna, Lucas Ranzani y Miguel Angel Vigna despliegan un gran compromiso corporal que transmite esta sensación de opresión.

Tanto la escenografía (Maira Benito Revollo) como la iluminación (Diego Todorovich) terminan de crear este ambiente asfixiante en el que se encuentran los personajes.

La obra escrita y dirigida por Víctor Chacón se presenta como una distopía anacrónica que nos sirve para reflexionar sobre la actualidad mundial y las falencias del sistema capitalista que necesita de la fuerza del trabajo de algunos, que son explotados para el beneficio de unos pocos.

Ficha:

Dramaturgia y dirección Víctor Chacón
Actúan Manuel de la Serna, Lucas Ranzani y Miguel Angel Vigna