Todas las cosas del mundo

En el medio de la pampa, Iberia y Sancho, los dueños de una feria ambulante de freaks, asisten al entierro del Niño Jirafa. Están varados, sin fenómenos que exhibir en sus jaulas, la Niña Foca, es la única sobreviviente. Ahogados en la pobreza, sin más cosas que sus recuerdos, Iberia, quiere dejar todo y recuperar la juventud perdida. Sancho, quiere detenerla a toda costa y recuperar la feria para recorrer los pueblos lucrando gracias a las malformaciones ajenas. En el medio de este conflicto de intereses, aparece un cura católico, con una moral un poco trastocada, quien tiene la idea de presentar al vaticano a una nueva santa milagrosa: la Niña Foca. ¿Cómo lograr su cometido?

El texto escrito por Daniel Manso, nos lleva por un universo lleno de situaciones absurdas que muestran la miseria humana. La ambición por el dinero, el desamor, la hipocresía, entre otras cosas, se hacen palpables en los personajes que encarnan magistralmente Ingrid Pelicori, Horacio Acosta, Paloma Contreras, Fabiana Falcón, Ivan Moschner y Juan Santiago. Dirigidos por Rubén Szuchmacher.

La propuesta que realizaron del espacio es muy interesante. En primer lugar, el campo siempre está presente. La escenografía juega con los niveles, la lejanía y la cercanía. Muy interesante de ver.

Si bien, es una obra extensa, pues dura dos horas y media, tiene un ritmo constante que permite que el espectador no se distraiga que esté ahí pendiente de esos personajes llevados por sus miserias que sueñan encontrar algo mejor, un deseo de salvarse y lo bello es que mantienen esa ilusión hasta el final: el amor, la libertad, un mejor lugar en el mundo.

Todas las cosas del mundo, todas, pueden estar acá o en otro lugar, en el pensamiento, siempre como una ilusión. Bello y original texto que propone una nueva manera de hacer y ver teatro.

Ficha:

Escrita por Diego Manso
Dirigida por Rubén Szuchmacher

Elenco: Ingrid Pelicori – Horacio Acosta – Iván Moschner – Paloma Contreras – Fabiana Falcón – Juan Santiago