Una cuestión de genero

La obra habla de un tema tabú del cual cada vez asusta menos hablar: este es el sentir que se pertenece a un cuerpo que no es el correcto, tener una identidad con la cual uno no se siente identificado o sentir que el género que se posee, no es el dado por la genética. Aquí el protagonista es un nene.

Soy Nena es un espectáculo de danza contemporánea en la cual el espectador experimenta la sensación de dar sentido a lo que no tiene palabras. Su directora Lucila Sanles busca dar a entender lo que no tiene palabras mediante el juego que realizan los personajes en la obra; con una escenografía no muy elocuente el espectador se encuentra inmerso en un universo donde los elementos cruciales son un cajón, los juguetes que ese cajón guarda, un vestido, un espejo y dos percheros en los cuales los padres del personaje despliegan sus vestimentas de gala la noche en la cual sus vidas cambian para siempre; el cajón es el gran protagonista de la obra ya que lo que se encuentra dentro de él ayuda al niño a revelar su elección.

La música y la iluminación juegan un rol central ya que logran retratar a la perfección todos los momentos por los que pasa la obra. Con una introducción en donde se nos  presentan todos los personajes que van a aparecer en la obra. Soy Nena logra desmenuzar luego en cada escena todos los momentos por los que pasa el niño para llegar al momento en el cual se ve representado y aceptado como niña; el reconocimiento, el disgusto debido a la negativa de los padres y la aceptación de los mismos son los tres momentos claves que la obra recorre. El momento más emocionante en cuanto a puesta musical es el momento en el cual se produce la lucha entre la mamá y el papá por entender al pequeño; con la canción “Corazón Delator – Soda Estereo” buscan mostrar esta lucha en la cual el padre no quiere ceder a que su niño se vista como nena y la madre busca darle cierta aceptación aunque le choque y su marido se niegue.

La escena mas trascendental de la obra es aquella en la cual pasado y futuro se ven reflejados el niño baila frente al espejo mientras que del otro lado se refleja a la par realizando los mismos movimientos su otra parte, es decir, ella en lo que él se convirtió. Las interpretaciones más destacables dentro de la obra son la del niño sobre el cual gira la obra logra ya que logra una interpretación magistral de principio a fin mostrando como va transitando su cambio de identidad, la del padre de familia quien mantiene su postura machista en todo momento y luego cede ante la realidad de su hijo, y la de ella el personaje que juega con el cajón de principio a fin y quien representa el futuro del niño. La temporalidad de la obra hace que el espectador se encuentre atrapado de principio a fin siguiendo paso a paso lo que sucede en cada escena. Puede verse en la obra una lucha constante entre el bien y el mal en donde la resolución se la da este momento culmine en el cual los padres abrazan a su hijo devenido en hija y bailan al compás de la música.

Finalmente como rasgos innovadores en la obra puede notarse que al no haber un narrador ni una voz en off que se apropie y le de sentido a lo que se esta viendo el espectador juega un rol central ya que es él mismo quien debe dar sentido a lo que esta observando.

Soy Nena es una obra para grandes y chicos ya que deja una moraleja a los niños les enseña que deben luchar por ser lo que quieran ser y a los grandes les enseña que deben apoyar a sus hijos en todo momento.

Ficha:

Intérpretes: Guillermina Martínez Vega, Rocío Alamos, Fabián Roetto, Cecilia Cavallero, Macarena Milmar y María Sol Frisardi.

 

Dirección general: Lucila Sanles