El duelo en el cine sobre adolescentes

Sobre el duelo que sobrelleva una adolescente, y sobre la endeblez suficiente que tiene para relacionarse con el mundo al que pertenece esa chica, se trata la ópera prima de Jessie Barr.

La utilización del tipo de lente que amplifica a los personajes, (como cuando comen juntos por ejemplo, a los diez minutos de la película), en espacios moderados, le da contexto a la realidad coherente en una burbuja de esa denominada -coming of age-.

La enunciación a través de la cámara en mano, ensucia la edad, las secuencias, y los hechos que provienen a partir de ser adolescentes, porque carcteriza a partir de la construcción psicológica de Sophie Jones.

Más allá de las inseguridades sexuales originadas por el duelo y la edad, los adolescentes en la vida real, son mas inteligentes de lo que algunos creen. Hay que destacar que la directora logra mecer al espectador por medio de la música y el montaje, con ésta especie de ópera visual teen, con banda sonora de lujo para los amantes del rock y del indie.

El intercambio entre los personajes almuerzo de por medio, por segunda vez, cuando el padre de la protagonista presenta a su nueva novia, alcanza una brisa de agradabilidad y bienestar, en el clima desestabilizante que su autora impone a través de lo que siente, piensa y concibe Sophie. Ese intercambio, transmuta en un respiro acordado mutuamente entre el espectador y la protagonista.

El viaje inesperado que dibuja Sophie, se convierte en el proceso del que «el que no sufre no crece», a través de una sinfonía visual que cautiva al espectador.

 

Ficha Técnica:

Dirección: Jessie Bar

Producción: Lindsay Guerrero