Siempre hay que irse alguna vez de alguna parte

Siempre hay que irse alguna vez de alguna parte

Ficha

  • Datos de funciones:

    Funciones: Teatro: NoAvestruz - Humboldt 1857.
    Sábados a las 22.30 hs.

  • Prensa:

    Prensa: Te hago la prensa

 

Es cosa del tiempo…

Entrada la sexta década, dos amigos de la infancia deciden volver a su pueblo de origen para filmar un documental, recorriendo cada uno de los lugares que les dieron inicio a sus vidas. Para eso emprenden un viaje junto a sus parejas actuales, hasta llegar a ese remoto e inhóspito escenario donde ya nada es como lo recordaban ellos. La escuela, la iglesia, sus casas… vestigios de algo que alguna vez supo tener vida, y que ahora se enfrenta irremediablemente con un presente que los envuelve de pastos crecidos, de hierros corroídos, oxidados y vencidos; de restos de moviliarios ultrajados por la erosión de la vida misma. Las ausencias parecen haberse apropiado del lugar para enfrentarlos perversamente con el recuerdo venerado de aquello que fue y ya no es, perturbando su existencia. Lo único que parece conservar su mismo espíritu es el cementerio; es que la muerte siempre estuvo rondándole, hasta en sus épocas de gloria cuando la vida habitaba esa geografía.

Ganadora del premio ARTEI 2017 a la producción del teatro independiente, “Siempre hay que irse alguna vez de alguna parte” es una hermosa obra escrita y dirigida por Gabriela Izcovich, que nos invita a indagar sobre nuestro propio pasado, nuestra historia, nuestros orígenes… Nuestros recuerdos, fragmentos de existencia intangibles que se mantienen intactos a pesar de la realidad que se construye con el correr del tiempo. Pedacitos de nuestro ser, que están prendidos en nuestra memoria y que luchan vigorosamente cuando los acorrala la fugacidad de la vida. En boca de T.S.Eliot “El tiempo presente y el tiempo pasado acaso estén presentes en el tiempo futuro. Y tal vez al futuro lo contenga el pasado. Si todo tiempo es un presente eterno, todo tiempo es irremediable”… Así lo expresa uno de los personajes, y así se siente este pensamiento profundamente encarnado en cada momento de esta pieza tan bellamente interpretada por cuatro grandes actores a saber: Marcelo Bucossi, Roberto Castro, Mercedes Fraile y la misma Gabriela Izcovich. Un escenario despojado de toda escenografía material; y digo así, porque la escenografía está tan presente en la puesta a través de la construcción de estos personajes, que es percibida como real por los espectadores. Es que la escuela, la plaza, las casas, la iglesia, el inmenso campo están ahí, frente a nuestros ojos… al igual que el cementerio… Los podemos percibir, sentir y hasta oler, porque su materialidad cobra cuerpo en nuestra imaginación, dándole un peso y una presencia increíblemente precisas, nítidas y emotivas. La puesta está sustentada en la profundidad del texto, las magníficas actuaciones y las luces que acompañan los distintos momentos de la obra. No se necesita nada más para emprender este viaje.

“Siempre hay que irse alguna vez de alguna parte” es una hermosa pieza que nos invita a reflexionar sobre la vida, el paso del tiempo, nuestras “geografías” pasadas, actuales y futuras… Las historias compartidas y las propias, los recuerdos… En fin, el existencialismo y la filosofía juegan sus cartas en esta obra, de una manera atrapante, poética y tan real que es imposible no sentirse movilizado y sensibilizado después de verla. Sobre todo cuando uno cuenta con varias décadas sobre sus espaldas. Imperdible.

Ficha:

Con: Marcelo Bucossi, Roberto Castro, Mercedes Fraile, Gabriela Izcovich

Libro y Dirección: Gabriela Izcovich

Categorías: Reseñas

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