Los vuelos de la muerte

La historia sucede en un pueblo de campo llamado Rudo, en la preparación de una cena por la “Fiesta del porcino” (un pueblo ficticio pero que bien podría existir en cualquier rincón de la Argentina). Juana (María Julia Cimarosti), Simona (Mariana Arrupe) y Santiago (Ezequiel Davidovsky) son contratados por Lautaro (Hernán Bravo Baldassini) como los encargados para cocinar en el evento.

Durante el desarrollo de la acción, a partir de los relatos de cada uno de los personajes, nos vamos enterando de ciertos sucesos que vienen pasando en el pueblo, desde hace algún tiempo. Situaciones sobre las cuales muchos tienen conocimiento, pero por miedo, callan. Principalmente nos enteramos de que los campos están siendo fumigados por agroquímicos que son muy perjudiciales para la salud e incluso que provocan la muerte. Por este motivo, Juana, Simona y Santiago planean una venganza contra el intendente y su comitiva, que será perpetrada durante el banquete.

La trama se va desarrollando en dos tiempos cronológicos diferentes: el presente cuando la venganza ya fue efectuada (reconstruyendo lo ocurrido mediante declaraciones policiales de los implicados) y el pasado cuando se muestra paso a paso cómo se consumaron los hechos.

La obra escrita en conjunto por Mariana Arrupe y María Julia Cimarosti (con supervisión dramatúrgica de Román Podolsky), sin caer en golpes bajos, es atrapante, entretenida y hasta por momentos tiene toques de humor, a pesar de lo fuerte que es la temática a la cual se refiere. En estas cuestiones, mucho tiene que ver, seguramente, la labor de la directora Renata Lozupone que le imprime su mirada y le otorga una dinámica particular a cada una de las escenas.

Tanto la escenografía ideada por Mariana Costilla, como el vestuario propuesto por Verónica Durán recrean a la perfección el contexto agreste de un pueblo de campo. La iluminación realizada por Agnese Lozupone y Talia Szulewicz, terminan de construir ese ambiente rústico. La música y efectos sonoros de Edgardo González y Víctor Viotto, le dan un marco muy importante a las situaciones, aportándoles dramatismo.

En definitiva, Semillas es una obra que habla sobre un tema de mucha actualidad, de un tema muy doloroso, que parece estar “silenciado” por gran parte de la sociedad, pero del cual todavía hay mucho por decir y sobre todo mucho por hacer.

Ficha:

Con: Mariana Arrupe, Hernán Bravo Baldassini, María Julia Cimarosti, Ezequiel Davidovsky
Dirección: Renata Lozupone