Sandra Mianovich

Sandra Mianovich

Ficha

  • Datos de funciones:

    Prensa: Lola Barredo

 

La gran noche de Sandra Mihanovich

La cantante celebró cuarenta años con la música en el marco de un Teatro Opera repleto que cantó, vivó y aplaudió un repertorio nutrido de canciones de toda su trayectoria, testimonio de cuatro febriles décadas en las que en el mundo y el país pasó de todo, con la música de Sandra Mihanovich como banda de sonido de muchos.
Músicos de todas sus formaciones, entre los que se encontraba su ahijada Sol -que pasó a la notoriedad cuando recibió un riñón por parte de la cantante- y su hermano Vane, compositor de muchas de las piezas, e invitados estelares, engalanaron el escenario que tuvo como único centro durante toda la noche la presencia de la cantante, que se encontraba de punta en blanco y disfrutando cada segundo de la velada.
Los invitados fueron muchos y notorios: conformaron una suerte de Lollapalooza para fans de Badía & Compañía 1988. De hecho, en determinado momento se proyectó una imagen del locutor y presentador televisivo, provocando la ovación del público. Julia Zenko fue la primera; Patricia Sosa cantó “Sin tu amor”, quizás el último tema de alta rotación de Mihanovich; Rubén Rada se le declaró en vivo; la inmensa Marilina Ross, que pese a estar sufriendo una bronquitis, cantó “Quereme, tengo frío” y se erigió como un gran ejemplo en el que se basa Mihanovich; el neófito Benjamín Amadeo interpretó “Vuele bajo” de Facundo Cabral; David Lebón prestó su inconfundible guitarra para “Es la vida que me alcanza”; Alejandro Lerner al piano fue quizás el artista invitado que más química con la cantante desplegó; Marcela Morelo fue otra de las invitadas de la jornada; Horacio Fontova interpretó aquella canción de su autoría que habla de gente que vive debajo del asfalto; y Griselda Siciliani sorprendió a propios y extraños con una presencia escénica abrumadora en una versión cumbia de nada menos que “Puerto Pollensa”, la nave nodriza del repertorio de la homenajeada.
El cierre estuvo a cargo de “Soy lo que soy”, ese himno a la igualdad de género y el respeto a la diversidad, conceptos en los que Sandra Mihanovich es sin duda ícono y referente en el mundo del espectáculo de la Argentina. Por último y a manera de bis, tuvo lugar un alegato en favor de la donación de órganos cantado a coro por todos los invitados de lujo. La buena energía y luz que emana Sandra Mihanovich en todas sus presentaciones no podía ser coronada de otra manera: con un mensaje positivo y esperanzador para el futuro.

Categorías: Musicales, Reseñas

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