Peppe Voltarelli. 12 y 19 de enero

Peppe Voltarelli.  12 y 19 de enero

Ficha

  • Datos de funciones:

    JUEVES 12 y 19 DE ENERO A LAS 21HS
    CAFÉ VINILO
    GORRITI 3780 – CABA

  • Prensa:

    Prensa: Marina Belinco

 

La música del sur de Italia en pleno Buenos Aires

El calor no importaba. Tampoco importaba la cantidad de gente que había, todos dispuestos de forma estratégica, como piezas de un tetris que se acomodan perfectamente. Los ojos de los espectadores estaban enfocados en el escenario del Café Vinilo, donde una guitarra y un piano esperaban a su domador. Peppe Voltarelli.
De las tierras de Calabria proviene este cantautor, que trajo consigo una pequeña muestra de las melodías del folclore de su país. Pero además, quiso asegurarse de que todos quienes lo escucharan supieran que esas canciones hacían parte de un repertorio de otro reconocido cantante italiano, llamado Otello Profazio.
Profazio es un reconocido y veterano cantautor de esa región italiana, que acompañado con su guitarra puso la voz a esa música de ritmos alegres, historias peculiares y estribillos graciosos.
Fue una noche rica en sonidos, carcajadas, fragmentos de discursos en italiano mezclados con castellano. Luego de un comienzo bastante íntimo, donde la voz en off de Voltarelli contaba una historia, los espectadores fueron transportados a un lugar donde la guitarra y la voz potente del artista, acompañado de unos zapatazos, iba transformando el toque de unas cuerdas (vocales y del instrumento) en toda una obra para ser disfrutada a pleno.
La velada también contó con pequeñas sesiones de “stand up”. En un momento, Peppe Voltarelli se acercó al micrófono con una bolsa en donde tenía metida una mano. Mientras hablaba, trataba de sacar el contenido de la misma pero al mismo tiempo se arrepentía. De pronto, una pandereta.
Con un movimiento extremadamente rápido de dedos, iba encantando a los espectadores con el sutil sonido del instrumento, mientras que contaba una anécdota que incluía chistes, frases de Profazio y la innegable personalidad y manera de ser de los italianos del sur.
Y sin darle un respiro al público, Voltarelli rápidamente se sentaba en el piano. Tocaba una canción. Se levantaba para tomar su guitarra y deleitarlos con otro tema, acompañado también de los golpes de sus zapatos contra el piso.
En pocas palabras, la velada junto a este artista italiano fue más que disfrutable. Quasi Campa D’aria y Amuri Amuri fueron tan solo dos de las canciones que hicieron que los espectadores se sintieran allí mismo, en la región calabresa. Fue una noche de gozo, en un lugar algo pequeño para el tamaño de este genial cantautor.

Categorías: Reseñas

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