Oda a la tercera edad

Imágenes del icónico parque porteño al sur de la ciudad van preparando la escena. Su belleza a través del tiempo precede a una imponente puesta que recrea algunos de sus rincones. El escenario se divide en dos planos, uno de la acción y otro de anuncio de lo que vendrá. Al centro, dos bancos típicos de plaza, y las imponentes figuras de Luis Brandoni y Eduardo Blanco. Su sola presencia inspira en la platea reverencia y predisposición a la risa. Ha comenzado Parque Lezama, el clásico de Herb Garnder, dirigido y adaptado por el multipremiado realizador Juan José Campanella.

Este elenco de artistas que no requiere presentación algún une sus fuerzas para presentar esta pequeña reflexión sobre la vida anciana. Por ello, la excusa de un encuentro fortuito entre dos adultos mayores es perfecta, brillantemente interpretados por Blanco y Brandoni. Misma etapa de la vida, dos formas opuestas de afrontarlo. Blanco es un individualista extremo y trabajador industrioso que sufre las consecuencias de la discriminación por su edad aún a hoy, mientras que Brandoni hace las veces de colectivista y fabulador a quien la verdad le queda pequeña. A partir de esta premisa y, con la ayuda de los excelentes Gerardo Chendo, Gabriel Gallicchio, Martin Gallo, Verónica Pelaccini, Cumelen Sanz, los dos ancianos afrontarán las injusticias que los rodean gozando de una inesperada amistad producto del encuentro casual en el parque.

Por más de dos horas (con un breve intervalo de diez minutos), los actores principales sostienen una comedia de textos mordaz que merece las ocasionales interrupciones del aplauso del público. Entre sus diálogos afiatados se cuelan pequeñas reflexiones sobre el destrato que a veces reciben quienes han llevado una larga y productiva vida. Lejos de la lástima, los personajes muestran la vitalidad y el valor propio de la experiencia, aun cuando los cuerpos no son lo que eran.

Los personajes secundarios oponen y complementan esta perspectiva, sacando a relucir el talento de Blanco y Brandoni. Estos actores, dos instituciones de star system argentino, son de alguna manera la prueba de lo que la obra expone. Peinando algunas canas, ambos intérpretes transitan el escenario con absoluto vigor y naturalidad, demostrando lo lejos que están del retiro y lo necesarios que son para la escena local.

En tiempos de edadismo, Parque Lezama se burla de los prejuicios (sin perder la autocrítica), y siembra dos horas de carcajadas en una platea ávida de seguir disfrutando las andanzas Luis Brandoni y Eduardo Blanco. Cuidadosamente adaptada, Campanella pone sus papeles sobre la mesa a la hora de darle un peso cinematográfico al espectáculo, que maneja las disciplinas del cine para imprimirle autoridad a la obra.

Los espectadores están ante la certeza de presenciar un clásico moderno (valga la paradoja), una pieza que excede a sus realizadores, pero que no podría haber pedido mejores figuras que la tríada Brandoni-Blanco-Campanella, y todo el talento circundante. En una palabra: imperdible.

Ficha:

Intérpretes: Eduardo Blanco, Luis Brandoni, Gerardo Chendo, Gabriel Gallicchio, Martin Gallo, Verónica Pelaccini, Cumelen Sanz

Director: Juan José Campanella

Género: Comedia