A la espera de la libertad

Tita, Flor y la Tucu son tres reclusas que esperan con ansias recuperar la libertad. En la celda diminuta comparten su encierro; días, horas, minutos que se vuelven eternos y agobiantes. El afuera las llama, pero aún no cumplieron su condena. Lo sueñan, lo desean, lo respiran… pero les es inalcanzable. Mientras tanto matan el tiempo jugando al truco, juego que quizás las identifica y habla un poco de ellas mismas, con sus picardías, mentiras y secretos ocultos. Son compañeras forzosas de este reducto, y cada una cuenta con su propia historia, sus propios miedos e inseguridades. Tita –la que lidera el grupo- fue directora de escuela y vive obsesionada con el buen uso del lenguaje; la Tucu no duda en ponerse en guardia cuando siente que alguien se burla de su origen provinciano; Flor tiene una dificultad que no le permite manejar correctamente el lenguaje simbólico, con lo cual es presa de una infinidad de confusiones. Las tres provienen de mundos distintos, pero este micro universo que las alberga, las reúnen y las enlaza de manera uniforme. Son ellas frente al mundo y al temor que les representa la “cana”, que las vigila y las acecha con su recorrida regular por los pasillos del penal. Pero eso no las detiene: tienen un plan de escape y solo basta ultimar los detalles para lograr eso que tanto anhelan, la libertad. Queda definir algunos aspectos y derrumbar los obstáculos que se les puede presentar. Pareciera no ser tan difícil… aunque a veces los planes pueden modificarse.

De esto se trata “Parda la mejor”, obra breve de la prolífica Florencia Aroldi, dirigida por Diego Rinaldi, quien aprovecha el minúsculo espacio de una de las salas de Microteatro para que los espectadores y las actrices se conjuguen en el encierro, respirando el mismo aire, sumergidos en el mismo hábitat diminuto y exclusivo, rodeados de los pocos elementos de pertenencia que estas tres mujeres comparten día a día (a saber: mesa con banquitos, perchas de donde cuelgan sus prendas íntimas, el mate, las cartas…). El elenco está compuesto por: Cristina Alberó (Tita), Lucía Adúriz (Flor) y Carla Apella/Silvia Villazur (la Tucu), maravillosas actrices que se amalgaman perfectamente en este juego de intercambio convivencial, donde la alianza se presenta como única escapatoria. El manejo corporal, verbal y gestual remite al espacio ficcional donde transcurre la acción, que se complementa con el uniforme carcelario de naranja vibrante, el cual de alguna manera inyecta energía viva a este ámbito tan sórdido como es la cárcel. La utilización de las luces, por su parte, otorga ritmo a la acción y enfatiza distintos momentos introspectivos de los personajes

“Parda la mejor” nos invita a dar una pequeña espiada de lo que puede suceder dentro del mundo carcelario femenino. Tres mujeres, tres historias que confluyen en un habitáculo mínimo, y cuyas vidas ya no serán las mismas nunca más. El encierro las modifica, como también lo hace esa unión. El afuera –tan ansiado- se vuelve ajeno, incierto e inseguro. Tanto, que quizás sus propios deseos ya no sean los mismos, y las paredes que las rodean no sean más que las de su nuevo refugio. Muy buena.

Ficha

Dirección:  Diego Rinaldi

Elenco: Lucía Adúriz  Cristina Alberó Carla Apella /Silvia Villazur