El invento del siglo

Tres hombres jóvenes discuten acaloradamente sobre el significado de algo que acaban de ver. Llevan traje, lo que sugiere que tienen educación y trabajos formales. Están parados formando un triángulo y su foco, en un interesante aprovechamiento del espacio escénico, está en diagonal al público. Es un no lugar, podría ser una esquina cualquiera, o un eterno café o una plaza.  Los argumentos de cada uno de ellos son sólidos y se van retroalimentando para ir sacando conclusiones imposibles de contrastar con algo. Surgen teorías conspirativas, sospechas, y una competencia sobre la autoridad de cada uno sobre los otros, desplegando pergaminos de invenciones y acciones valiosas. Están en pleno debate, cuando una pareja de cartoneros muy particular (reparten cartones en vez de recogerlos) interrumpe su charla y el intercambio con la pareja genera una situación totalmente sorpresiva e inesperada.

Una forma muy divertida de sacar a luz los mecanismos del lenguaje con los que se construyen verdades irrefutables, que son totalmente refutables para otros; cómo una charla puede convertirse en una maraña de verbalizaciones que escasamente logran comunicación y como la verdad puede suceder en una instancia paralela que irrumpe confrontando con lo concluido.

El texto de Daniel Kersner, a cargo también de la dirección de este notable ensamble de ideas, es sumamente interesante ya que logra condensar el enciclopedismo tan argentino con la dinámica de esas conversaciones en las que se quiere ganar a toda costa la nada misma y el propio hilván del pensamiento y la adrenalina forman unos caminos de ida que difícilmente lleven a algún lado. Por otro lado, la sorpresiva pareja que irrumpe aporta el populismo, la calle, la sensualidad, la rebelión y el idealismo, además de un inesperado giro en el relato. El contraste completa y enriquece la trama.

No se han ahorrado recursos actorales; un elenco muy joven y muy preparado, que se luce en unos diálogos que son un ping pong de micro monólogos dichos a toda velocidad, despliegue físico, baile y canto; cada uno aporta su detalle particular: simpatía, descaro, introspección y trabajo común con una dinámica que nunca decae.

Una obra que sorprende; resulta atrapante y graciosa, de una manera original.

Ficha

Actores: Tomás Martín Almandos, Guillermo Amaral, Lula Benitez Calcaterra, Emanuel Cacace y Juani Pascua.

Dirección: Daniel Kersner

Género: Comedia