Orillera

Orillera

Ficha

  • Datos de funciones:

    viernes, 21:00 h.
    Lugar: Centro Cultural 25 de Mayo, sala Redonda. (Av. Triunvirato 4444).

  • Prensa:

    Octavia

  • Entradas:

    Entrada: $250, descuento jubilados y estudiantes, $200-.
    Última función: 26 de julio

 

En busca de mi propio yo

Todo es silencio, sorpresa, ruido, luces, música, gritos y movimientos sin pausa. La sala parece explotar apenas comienza la historia. Hay algo que vive a la orilla del mar de una reconocida ciudad costera llamada Mar del Plata. Una madre soltera con tres hijos convive con diversas situaciones acontecidas en una panadería, junto a un taxista y a un joven brasilero que busca a su madre. Cada personaje tiene una historia personal que contar y que atraviesa la de los demás. En cada una de estas circunstancias de vida hay algo que está por definirse. Por ejemplo, entre tanto desorden y locura, Orlando, el taxista, se convierte en boxeador cada vez que se encuentra con la provocadora Diana y la panadera Sara, sacando a relucir sus dotes masculinos y de superhéroe.

La mayoría de los actores en escena se desplazan de un lado a otro con un desgaste físico totalmente sorprendente. Turnándose de acuerdo al guión, cada uno se encarga de saltar, moverse, correr, hablar, gritar y desplazarse de forma muy dinámica generando una marea de brazos y piernas que se asemejan a un ser desconocido para la vista del público en general. Sin embargo, estos movimientos en conjunto, representan los impulsos, las tendencias, la inercia y el coraje que fluye en el interior de los cuerpos. Con una sincronización casi perfecta, cada personaje alterna su presentación acompañado de varios más.

La dirección de Toto Castiñeiras, reconocido actor, comediante y director de talla mundial genera mucha expectativa y admiración gracias a la puesta en escena que difiere a lo comúnmente visto. Todos los elementos de esta puesta están concentrados en cada persona de carne y hueso pero que representa un todo desplegando voces, música, luces, y diversos recursos actorales.

Otro de los puntos a favor es la música en vivo generada por los propios actores en pleno desenlace de la obra. Estas melodías contribuyen al clima determinado que se busca y le aporta un plus a cada cuadro de la historia. La escenografía pasa desapercibida por la destreza y despliegue de los actores que se llevan todo el foco de atención. Gracias al vestuario simple pero llamativo y a los juegos de luces manipulados por los propios personajes, la vista del público se posa totalmente en los actores. No hay tiempo ni huecos libres para sacar la atención de los personajes que narran con sus imparables movimientos. Si estamos dispuestos a nadar por los tempestuosos mares de las relaciones familiares y el egocentrismo humano, Orillera es la mejor opción.

Categorías: Reseñas

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