Una reunión impensada en pleno corazón porteño

Como si empezáramos de nuevo.  Suenan los primeros compases de éste potente rock de aires cincuentosos que John Lennon compusiera para su último disco y todos los fanáticos en las mesas estremecemos. El espíritu de los cuatro de Liverpool sobrevuela el espacio mientras los músicos de Nube 9 dan rienda suelta a la discografía de solista de aquella banda mitológica. La tesis: ¿y si nunca se hubiesen separado? Disparador inmediato de una deliciosa noche de composiciones de George, Ringo, Paul y John.

Conmemorando cuarenta y siete años de aquel día que nos partió el corazón incluso aquellos que no habíamos nacido en el cual Paul McCartney anuncia la disolución de la histórica formación, su prolífica carrera hace que Nube 9 evoque temas del Sir con una impronta muy fiel a sus primeros inicios. Jet, 1985, Live and let die son algunos de los clásicos que los artistas interpretan con un nivel minucioso de detalle, para alimentar nuestra ilusión de que el tema de McCartney es acompañado por sus tres compañeros.

Al enigmático George Harrison le toca su homenaje de la noche principalmente por su primer disco triple,  All things must pass, éxito arrasador del mercado discográfico de los 70s. Haciendo gala de sus dúctiles músicos, resuenan las guitarras slide de Harrison al son de canciones populares como When we fab, perteneciente al disco que da nombre a la banda tributo y canto nostálgico de George a sus buenas épocas con éstos muchachos.

El turno de Lennon está adornado por su impronta artística y el sufrimiento de una vida agitada que le imprime en sus canciones. Desde Mother hasta la nobel Imagine, incluso los gritos del propio cantante nos remiten a aquella voz de garganta de John, ese sonido raspado de rock con el que nos gusta recordar a un ícono perdido en 1980. No falta, tampoco, su particular humor ácido, presente en el ingenio de los comentarios de los intérpretes.

Ringo no se queda afuera e imprime en el espectáculo la cuota risueña que el baterista supo aportar a sus compañeros. Como no podía ser menos, el propio batero de la banda se permite cantar algunos de sus temas, generando ese ambiente de fiesta y la vez nostalgia, con clásicos como Photograph y You’re sixteen. Digan lo que digan, el corazón de los cuatro de Liverpool estaba en Richard Starkey.

Cuatro narrativas se entrelazan el recital de Nube 9, alternando temas de los cuatro, para sintetizar esa tesis inicial. Bien supieron cantar juntos que cargarán ese peso por siempre, y ningún fanático que se precie de tal, como es el caso de los exégetas de Nube 9, permitirá que un hecho tan fortuito como el fin de un contrato nos quite la ilusión y la magia de poder seguir jugando y reinterpretando (con una calidad indiscutible, en este caso) con la discografía de una de las bandas más importantes de la historia.

¡Uh, me olvidé de mencionar que hablaba de Los Beatles! Se entendió ¿no?