Ninfa

Ninfa

Ficha

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    Prensa: Octavia Comunicación

 

Entre el mito y la metamorfosis.

Un mundo primario surge de las tinieblas, entre vapores de una tierra en ebullición recién nacida. Aquel tiempo que había quedado detenido como insecto en la resina cristalizada comienza a correr nuevamente. Se abre paso con una luz ambarada, que apenas puede penetrar la atmósfera densa y húmeda. Los sonidos primitivos son el latir, el pulsar.

En esa oscuridad original que va dando paso a la vida, los cuerpos dejan de ser embriones para ser mujeres. Pero aún no lo saben, tienen un largo recorrido por delante.

Los movimientos son todos posibles porque el cuerpo todavía no ha sido sometido a un lenguaje. Nada recorta los primeros instintos para darles forma. Cabe abandonarse a los sentidos, retorcerse y emerger.

El Uno se descubre en el sonido que emana del pecho y alcanza el aire como gemido, vómito o estornudo; en la proyección de una sombra que tiembla sobre la piedra con el danzar de una llama.

El Otro es contacto de roce o golpe, de chupada con un sabor distinto al que otras veces se sintió en la boca.

En ese mundo rudimentario los cuerpos comienzan a despertar, a salir de su letargo. Y en sus movimientos hay danza ritual, imitación, hay sentir las propias extremidades, hay demostración de fuerza, temores, deseos.

Las paredes de esa cueva de tiempos remotos no presenta dibujos aún: los animales, que son lo cotidiano, se revelan copiados por los movimientos del cuerpo.

Las Ninfas en sentido clásico son seres mitológicos, inmortales, mujeres de gran belleza que habitan en arroyos, arboledas o grutas. Pero también se utiliza este mismo nombre para designar un estadio de la vida, un momento de la metamorfosis. La Ninfa es signo visible de las transformaciones que la naturaleza imprime a sus seres. El segundo después de haber sido rescatados de las sombras, el segundo antes de volver a ellas.

En ese ambiente donde la luz y la bruma se transforman en elementos y objetos formales, cinco Ninfas revelan toda su transformación a través de un intenso despliegue físico; en donde el ritmo, como pulso natural, marca el desarrollo de los movimientos propios de cada una y los que les pertenecen a todas como tribu.

Ninfa, Una obra en la que, aún sin un solo diálogo, sin siquiera una palabra, un universo entero aparece.

Natali Lisman, Pamela Melina Juri Dayan, Daniela García, Fabiana Paisani y Marisol Moreira son las actrices-bailarinas que con destreza y talento extraordinarios nos transportan a ese tiempo inmemorial.

Bianca Lerner (bailarina, coreógrafa y percusionista) es la autora y directora de esta obra que nos conecta de alguna manera con nuestro propio origen, la lúcida mentora de esta experiencia animal.

 

Categorías: Reseñas

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