Todo tiempo pasado, ¿fue siempre mejor?

Tres hermanas. Un pueblo. Un anhelo. La nostalgia. Así podría sintetizarse el espíritu de esta obra. Inspirada en Las tres hermanas de Chéjov, cuyo texto contaba con catorce personajes, Moscú es una adaptación de la misma que pone el foco de atención en las hermanas Prózorov: Olga, Masha e Irina. Pese a que durante el espectáculo se hacen claras referencias a los demás personajes omitidos, la historia gira en torno a las vidas de ellas. Re adaptada por Mario Diament y dirigida por Daniel Marcove, Moscú se presenta como una obra multifacética que pone en evidencia las vicisitudes y dramas de una sociedad tradicional que estaba a punto de estallar como consecuencia de la revolución bolchevique.

El contexto en el que se desarrolla Moscú es la Rusia del 1900, en un pueblo alejado de las grandes urbes. Allí, las tres hermanas viven desde hace once años cuando a su padre, un antiguo general, lo trasladan para cumplir funciones. Luego de la muerte de éste, las hermanas sueñan con un nuevo comienzo. Moscú es el anhelo. Ellas creen que ese es el lugar donde sus problemas y angustias se resolverán. Dividida en tres actos, se puede ver la transición que atraviesan las tres, yendo inicialmente desde la alegría hacia la nostalgia y la desolación absoluta. Por un lado, Olga trabaja en un colegio local, jamás se ha casado y parte de sus preocupaciones giran en torno a sostener a sus hermanos. Masha, siente que se encuentra atrapada en un matrimonio infeliz y su vida se derrumba al enamorarse de un soldado. Por último, Irina, la mas joven y audaz, propone a sus hermanas mudarse a Moscú, dónde alguna vez vivieron los momentos mas felices de sus vidas. Sin embargo, todo parece caerse a pedazos cuando nada sale como lo planearon. Ellas sienten que el pueblo, como una especie de espíritu maligno, las atrapa y nos las deja salir.

La puesta en escena es simple y evoca los lugares que comparten estas hermanas en su hogar. Un reloj en el centro de la escena simboliza el paso del tiempo que parece no avanzar más. Qué decir de las actrices, no solo logran ponerle el cuerpo a esta maravillosa obra, sino que también se adueñan de esa nostalgia contagiosa de vida pueblerina. Sus diálogos, preocupaciones y preocupaciones diarias banales y superficiales bien se asemejan a la vida de provincia de aquí.

Centrada en estas tres mujeres, Moscú es el anhelo por darle sentido a sus vidas. La única escapatoria de esta cruel melancolía es, para ellas, soñar con el regreso a Moscú. Allí la vida es suntuosa y excitante, todo lo contrario de la desesperanzada realidad de la vida de provincia.

 

Ficha:

Con: Alejandra Darín, Maia Francia y Antonia Bengoechea

Prensa: Simkin Franco