Miguel de Molina al desnudo

Miguel de Molina al desnudo

Ficha

  • Datos de funciones:

    Información sobre las funciones, en cartelera

  • Prensa:

    SMW

 

Casi en primera persona

Los actores eligen participar en un proyecto o en otro por muchas razones, de hecho a veces lo hacen por algo tan básico como necesitar el trabajo, el sustento, pero en este caso, es claro que Angel Ruiz se pone en la piel de Miguel de Molina por amor, por pasión, por ganas, porque su alma se lo pide, tal como en un momento el texto salió de su pluma, es él y sólo él, quien puede llevarlo a escena.

Para recordar quien fue el homenajeado, se puede decir que este malagueño nacido en 1908 y recordado masivamente por “Las cosas del querer”, se dedicaba básicamente a la copla andaluza y en durante el franquismo fue torturado y lo obligaron a exiliarse. Así fue como llegó a Buenos Aires, de dónde la Embajada Española lo intimó a irse a México y tiempo más tarde, regresó, gracias a la ayuda de Eva Perón (a quien no le importó su pasado político, ni su sexualidad) y fue aquí que falleció a los 84 años.

Este espectáculo gira en torno a una rueda de presa que realizó ante cientos de periodistas cuando regresó a su país, tras el exilio… claro que es una mera fantasía, porque eso nunca ocurrió. Pero ese hecho imaginado, le sirve de excusa al autor, para reivindicar al artista, contar su verdad, su sufrimiento, su lucha por seguir adelante con sus sueños y su vida, sacudiendo además muchas historias inventadas o tergiversadas a lo largo de los años.

La construcción que hacen Angel con Félix Estaire (Director) es deliciosa, minuciosa, profunda, logran un equilibrio entre la alegría de la música y el alma golpeada por todo lo vivido, este Miguel, que se para frente al público se muestra sonriente, pero deja entrever el dolor que alberga su corazón.

La cadencia andaluza tan presente, tiñe el habla y canto a lo largo del show, impregnando la pasión del sur en la voz, como también en su recorrido del escenario. Un espacio escénico despojado, dónde sólo hay un piano ejecutado a la perfección por César Belda y una valija multifunción, que se va transformando y de dónde van apareciendo los diferentes vestuarios, tan flamencos y alegres, tan representativos de este personaje. Las luces juegan un rol importante, porque para De Molina lo eran.

Angel pretende homenajear a un ídolo, pero lo que logra, es traerlo en cuerpo y alma, frente a una platea que entra en el juego de tener a tamaño artista frente a sí, contando y cantando su verdad. Vaya a saber dónde está Miguel de Molina, lo que es seguro, es que sea donde sea, luego de ver este espectáculo, se le habrá dibujado una sonrisa en el rostro… y olé!

 

Ficha:

Con: Angel ERuiz

Piano y dirección musical: César Belda

Dirección: Félix Estaire

Categorías: Reseñas

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