Una despedida

Mary Wollstonecraft fue una filósofa y escritora inglesa, que a mediados del 1700, se convirtió en una de las primeras impulsoras del feminismo. Tuvo dos hijas: Fanny Imlay y Mary Shelley (la autora de Frankenstein). Días después de nacer esta última, muere por fiebres y hemorragias pauperales (o falta de higiene de los cirujanos), dejando a las dos pequeñas con su marido, el político y escritor británico William Godwin.

Este espectáculo se ubica unos días antes de su partida, cuando teniendo a su bebe como testigo en un rincón del escenario, realiza una conferencia para hablar de todos los temas que la apasionaban, por los que bregaba y a los que les entregó todo. Pilas de papeles con escritos que no pudieron ser terminados y las ansias de transmitir su fuerza y su lucha en pos de las mujeres, temas que espera, sus hijas sigan cuando sean mayores.

El escenario ubica en la época con unos pocos muebles, solo un escritorio y una cuna, acompañados por una gran ventana, todo enmarcado en telas carmín y muchos libros que van tomando toda la escena. La escritura, la luz y la sangre están presentes desde el primer golpe de vista.

Mary tiene frío, mucho frío y se cubre como puede con un largo tapado, pero su desesperación por poder decir todo aquello que no pudo, supera su falta de temperatura corporal e incluso, le permite sobreponerse a los fuertes dolores que la atacan cada vez con más frecuencia. Su discurso puede ser un poco disperso por momentos, pero su mensaje es claro y ella es pasional, está convencida de lo que dice.

Eleonora Wexler le pone el cuerpo al personaje y es tan apasionada y elocuente como ella, su postura acompaña al estado de esta mujer que se quiere mostrar entera, pero no puede más, su voz refleja fuerza, emoción y dolor, la resignación de alguien que no puede creer que está a punto de morir por el simple hecho de haber dado a luz, saber que todavía le queda mucho por hacer, que deja a una bebe y una nena de solo tres años.

La actriz realiza una composición impecable, que llega, que cala hondo en los espectadores; sostiene este unipersonal con entereza y una sensibilidad extrema… emociona.

La dirección de Marcelo Moncarz es minimalista, resaltando cada detalle, dejando entrever en el discurso, todo aquello que no se dice, el espíritu de una época, las sensaciones de una mujer que necesita vehementemente, ser escuchada y que sus palabras resuenen en quien escuche y crezcan, se difundan, que sus ideas vivan más allá de ella.

Un espectáculo íntimo y poderoso, una mujer en la piel de otra, una actriz que se vuelve la voz de alguien que vivió hace casi 300 años, pero sus palabras, siguen luchando por ser escuchadas.

 

Ficha:

Actriz: Eleonora Wexler

Dirección: Marcelo Moncarz

Género: Unipersonal / Drama