La magía no existe pero siempre nos salva.

Los hermanos Grimm marcaron un antes y un despues en la historia de las historias. Intelectuales, artistias y profesores, dedicaron su vida a la recopilacion de las leyendas, histrias y mitos del vulgo aleman, creando asi un universo mágico que resistiria el embate del tiempo, y que se convertiria en el emblema de los cuentos en la actualidad. De la mano del polifacetico y talentoso Nicolas Perez Costa, el mundo de los Grimm revive su significado más profundo, en un trhiller lleno de magia y misterio.

Jacob y Willhelm son dos hermanos en busca de aventuras que llegan a un posada perdida y deciden pasar la noche embrujada y más tenebrosa del lugar. A partir de ese momento, sucesos sin explicación, asesinatos y desapariciones comienzan a ocurrir en ese lugar, y lejos de angustiarse todos sus ocupantes parecen hacer como si nada sucediera. La dueña de la posada, Berta, intepretada por Victoria Stecca, inclusive encuentra en estos sucesos la oportunidad de sacar provecho de la desgracia ajena.

Es Jacob (en esta oportunidad interpretado por Juan Lopez Boyadjian) quien comienza a ver los sucesos con otros y es a travez de la voz de Dorothea (Rocio Noziglia), una misteriosa mujer, que comienza a entender los misterios de la posada. Por su parte, su hermano Willhelm, dice no creer en las intrigas ni en la magia, y la historia se complica dando un giro inesperado.

Los Grimm es una alternativa a la forma en la que estos hermanos comenzaron a realizar su trabajo y como descubrieron que la magia y la realidad formaban parte de un solo universo que convive en nosotros todo el tiempo. Con una trama llena de metáforas y enseñanzas, la obra es divertida, atrapante, y espectacular.

La música, original de Pablo Flores Torres, cumple con todos los caprichos de la trama, acompañando cada momento de suspenso, y agregandole emoción a la obra.

El vestuario, a cargo de Fernando Crisci Munz, es por si solo asombroso. Realizado con detalle, y en función de lo que representa cada personaje, cada prenda es única y sorprende en cada entrada al escenario.

Las coreografías a cargo de Barby Majule, son dinámicas, acompañan los momentos cruciales de la obra, y suman al factor espectacular de toda la puesta en escena. Cada bailarin, brilla por su cualidad y destreza.

En su conjunto, con sus cualidades artisticas y técnicas, Los Grimm, es una caricia a los recuerdos de cuentos de niños, en un giro de madurez y metaforas sobre como actua la fantasía en nuestra realidad particular.

Ficha:

DIRECCIÓN NICOLÁS PÉREZ COSTA