Lo que se me cantó hacer el viernes

Te quedaste en Buenos Aires y aunque prefieras estar en la playa, la ciudad siempre te ofrece algo para hacer, por ejemplo, ir al Maipo.
Llegás y te recibe el Negro, con su moño y simpatía legendarios. Subís esos dos pisos hasta el Maipo Kabaret y ya con eso nomás, te transportaste a otra época. Te recibe un acomodador, te sentás bordeando unas mesitas chiquitas onda café concert, te atiende un mozo de camisa abotonada hasta arriba y te ofrece algo para tomar, notás que al costadito hay una especie de barra de bar donde descansa una bandeja de madera, de esas que llevaban los que vendían maní con chocolate en el cine cuando eras chico…O cuando eras chico como yo y mirabas pelis en un cine como el Grand Splendid, ponele, ese que algunos jóvenes solo conocen como librería. Se me pegó un poco de nostalgia del show, me parece…
En el escenario hay un piano, un micrófono, una guitarra y un diván. Y cuando ya estamos todos con la copa en la mano, aparece el músico y toca un solo de piano de lo más inesperado para un show de humor, aunque muy bienvenido. Así comienza el show de Andrés Ini.
El stand up es un género que ha llegado para quedarse y que viene afianzándose hace rato en la escena local, por lo que van apareciendo personajes que le aportan su singularidad y lo convierten en algo más… como Andres; por eso “Lo que se me canta” es más que un stand up musical, es un show para disfrutar.
El hace gala de un humor elegante y de una voz excepcional. La elegancia se ve desde la puesta, el espacio, el vestuario y claro, también está en sus chistes. Es de esos humoristas que podés llevar a cualquier evento sin miedo de que, ante la primera guarangada, caiga redonda la tía Norma (guiño, guiño).
La risa cobra vida con cada remate y con cada canción porque Ini apela a lo cotidiano de hoy y de ayer, rescatando canciones que apenas las escuchás ya te acordás de un viaje en auto a la costa escuchando la música de tu viejo en el pasacasete, o de algún jingle pegadizo que arruinó la mejor de las óperas. El abanico de sensaciones y de recuerdos que se evocan es amplísimo y el repertorio de humor y de música de Ini también.
Mención especial merece el músico que lo acompaña, Daniel Prangier, que deleita al público sacándole sonidos a distintos instrumentos como si tuviera más de dos manos, es el complemento perfecto para este show y para acompañar una voz maravillosa.
Si este verano se te canta quedarte en Buenos Aires, que se te cante con “Lo que se me canta” en el Maipo Kabaret. Vas a salir cantando, vas a ver…