Delirio con precisión académica

Leo Masliah visitó nuevamente Buenos Aires para realizar dos acogedores shows. Esta vez trajo a este lado del charco un espectáculo misceláneo a dúo con Ricky Musso, ex miembro de Cuarteto de nos, cancionista desconocido en nuestro país que sin dudas merece mayor repercusión. Calificamos el espectáculo de misceláneo porque en él conviven diversas expresiones que van desde piezas clásicas ejecutadas por Masliah con rigor académico; números cómicos a dúo; monólogos; y piezas de las obras solistas de cada uno de los músicos.

Las temáticas de las canciones de ambos congenian bien. Uno tiende a pensar que ante el particularismo que la obra de Leo Masliah presenta en relación a temáticas tan delirantes y de alto vuelo, es difícil que logre hacer dúo con alguien. Pero, sin embargo, lo ha logrado con varios colegas a lo largo de su extensa trayectoria, siendo Jorge Lazaroff uno de los ejemplos más célebres.

El grueso de obra, comicidad y agudeza que deja Masliah es enorme, casi inabarcable. Sus letras pueden tocar los territorios más inesperados, desde la historia de un extremista del reggaetón hasta los espejos retrovisores de un auto que atrasan siglos porque reflejan imágenes de dinosaurios. Realmente la propuesta es absolutamente tripera, bajo la cobertura de una parquedad en las formas que resulta infranqueable, pero que encaja perfecto en el rompecabezas porque no se necesita acudir a ningún tipo de estridencia o demagogia escénica cuando las canciones y sus ejecuciones hablan por sí mismas. Y esta idea es también aplicable a Musso, porque si bien la celebridad de la noche era su coequiper, el ex Cuarteto de nos demostró similar agudeza en sus letras. Muchas de las canciones ejecutadas por el artista pertenecen a su disco en solitario “Formidable”, que este cronista recomienda efusivamente.