Experiencia y conciencia

Éste cine, es con el cual el cine argentino necesita reencontrarse. La experiencia del reencuentro de toda forma apoyada en el cine de Lucrecia Martel, entre otros, denuncia el estigma de la homofobia, y de una sociedad enferma, como es el caso.

Ésta película, realizada en el barrio de Las Mil Viviendas de la Provincia de Corrientes, narra los vaivenes de un grupo de personajes que forman parte de la misma familia, y que interactúan con “ese” universo que los contiene, pero que a la vez los castiga y los aferra a la idea de vivir un posible mundo mejor, a pesar de estar identificados con ese determinado lugar de pertenencia.

El barrio condena el libre despertar sexual de Iris, la protagonista basquetbolista, porque como se puede apreciar desde el principio del film, ese mundo que se rige por la ideología dominante, acosa  verbalmente e impone la degradación de la salud a través de costumbres institucionalizadas en la cultura popular.

Iris escribe una carta, uno de los primos le pregunta, ¿por qué haces eso si tenés facebook ahora? Iris le responde: porque eso hace todo el mundo. Más tarde, Renata (la chica que conoce Iris), le dice te acompaño e insiste, pero Iris muy segura le afirma dos veces: ¡no, está bien! Principalmente y sobretodas las cosas, hay cuestiones comunes a la sexualidad, que el pueblo chico e infierno grande, prepara para los personajes. Debido a ello, la protagonista aprende a vivir con el asedio y la perpetuidad de los valores que el hombre propensa para su mundo.

La sinceridad como libertad de expresión sobre la sexualidad, sólo existe y halla su práctica, en el cerrado circuito que los personajes presentan para ello. Ya sea en el ámbito familiar, entre Iris y sus hermanos, como en los pasillos, escaleras y terrazas, que les brindan el espacio reducido para la exploración a Iris y a Renata.

Al igual que en «La Ciénaga», los hijos profesan de padres, cuando Darío le advierte a su madre que no fume porque se va a morir de cáncer. Posterior a ello y luego de que sus hermanos indaguen a Iris sobre su sexualidad, la madre increpa a un maltratador de caballos.

Clarisa Navas insiste en debatir aquello que la sociedad prefiere naturalizar y callar. Y ese, hoy en día, es el cine al que como argentinos apelamos, porque la lucha por la concreción de los derechos de todos los habitantes de éste suelo, sigue viva.

 

Ficha Técnica:  

Guión: Clarisa Navas.

Dirección: Clarisa Navas.

Producción: Diego Dubcovsky, Lucía Chávarri.